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Julio Cirino

¿Se despeja el panorama para el libre comercio?

Buenos Aires vivió un fin de semana de contrastes. Mientras la caída del sol del viernes marcaba el inicio de una serie de incidentes callejeros donde grupos de manifestantes, bajo la consigna “Alca Rajo”, voceaban su oposición a estos acuerdos y provocaban destrozos en escaparates de la zona céntrica, la mañana del sábado se encontraba a los ministros reunidos en la Cancillería, conclave en el que se despejarían las dudas de la conferencia cumbre que tendrá lugar en Québec a partir del 20 del mes en curso.

Es difícil formarse una idea exacta del grado de oposición o apoyo que en el Cono Sur existe hacia el proyecto del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Una primera mirada deja entrever que la información de ventajas o desventajas de los acuerdos es casi inexistente, básicamente porque la negociación acaba de comenzar. Los parámetros no están aún claros y las posiciones son, por ahora, de tanteo, provisorias.

Luego parece prematuro juzgar de forma definitiva la idea como tal; sus detractores se apresuran a decir que es una maniobra de los Estados Unidos para controlar definitivamente todo el hemisferio. Sus defensores, por el contrario, aseveran que dado las escasas posibilidades de concretar acuerdos ventajosos con la Unión Europea, la opción ALCA es la única abierta para la región.

ALCA tiene ahora una fecha fijada, entrará en vigor entre enero y diciembre de 2005. Esto pudo lograrse merced a un acuerdo entre Brasil y Estados Unidos, dejando de lado la opción de adelantarla al 2003.

A partir de mayo del 2002 deberán comenzar las negociaciones concretas de libre intercambio de bienes agrícolas, industriales y servicios. Estos dos últimos son, hasta ahora, los puntos clave para la visión que EE.UU tiene del acuerdo, la llave para abrir la región a sus productos industriales y poder ofrecer servicios sin restricciones.

Para los otros países del área, las prácticas proteccionistas -abiertas y encubiertas– que Estados Unidos lleva adelante para proteger su producción, bajo la forma de requerimientos técnicos, cuotas y cupos, barreras fito y zoosanitarias, conforman, en su conjunto, un interrogante de difícil respuesta, a pesar de las voces de buena voluntad expresadas en Buenos Aires por los representantes norteamericanos. Estos expresaron además su aceptación de la idea de que el MERCOSUR (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) negociará como bloque los términos de acceso al ALCA.

Sin embargo, la disparidad que existe en los niveles de desarrollo de los 34 países que conformarán el acuerdo plantea dificultades técnicas que no serán fáciles de resolver, a pesar de la creación de un grupo de trabajo que abordará específicamente esta problemática y que contará con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Ciertamente, para Argentina y sus vecinos, los interrogantes respecto del futuro del MERCOSUR, y su relación con las negociaciones por el ALCA, distan de estar resueltos, si bien el viernes por la noche, el Consejo de Ministros del MERCOSUR, ofrecía su respaldo a las medidas arancelarias adoptadas días atrás por el gobierno argentino (se refiere a la subida del 14% al 35% del arancel para bienes de consumo extrazona y la eliminación del arancel para bienes de capital del mismo origen, dispuesta por Domingo Cavallo poco después de asumir el ministerio de economía) aun cuando dejaba claro que las mismas no son de aplicación para los miembros del bloque, y la medida se aprobaba con carácter de “excepcional y temporal hasta el 31 de diciembre del 2002”.

Finalmente, en aras de responder a las críticas respecto del “secreto” que rodea a los debates, los ministros se comprometieron a exponer ante la opinión pública el borrador que quede en pie después de la reunión en Québec, e incluso acordaron crear una comisión especial para dar participación a la sociedad civil, para que de esta forma se tomen en consideración todos los temas vinculados con el desempleo y con las condiciones laborales que tanto escozor vienen provocando en el hemisferio.

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