Aún a sabiendas de que puede escandalizar a esa recta personalidad tuya, es mi deber contártelo. Hay tráfico de pastillas aquí, en busPSOE. Y lo peor es que yo me he erigido en 'camello' oficial. ¡Cómo transforma esta caravana! Y yo que siempre he sido una mujer decente... No, hombre, no. No te alarmes. A lo mejor he exagerado un poco. Que no es droga sino pastillas para la garganta y las cuerdas vocales. Con los cambios bruscos de clima y el aire acondicionado que nos enchufan en los mitines de esta hiperactiva caravana, a las radios se nos ha cascao un poco la voz -también a Rubalcaba- y andamos todas un pelín convalecientes. Así que hemos optado por probar soluciones ajenas. Yo cambio Bucometasana y Auxina por Mebocaína, que es una pastilla de diseño... portugués. Me explico: mi compañero Jordi la compró en Portugal y, al parecer, es fabulosa porque combina tres productos que te quitan la afonía 50 segundos antes de entrar en antena. A nuestro pesar, el fármaco no se vende en España, así que Jordi nos 'pasa' las pastillitas. Por si le falta algo de emoción al relato, lo peor es que el trueque de éstas píldoras comenzó... ¡en una gasolinera! Como lo oyes. Cuando volvíamos del mítin de Burgos del que todos salimos afónicos. Se le ocurrió al PSOE la feliz idea de ubicarnos junto a los baffles y tuvimos que emprender una batalla, cuerpo a cuerpo, contra la sintonía del PSOE en versión roquera. El desafío auditivo nos salió caro. Dura derrota, la nuestra. De vuelta a Vitoria, cónclave en una gasolinera para valorar a los heridos y buscar soluciones... ¡en las pastillas! Y bueno, ya de paso, algunos compañeros también tenían que ir al servicio.
Y como 'nuestro' candidato ha puesto el turbo, seguimos, como te contaba ayer, un pelín desubicados. Ayer noche, al llegar a Vitoria, salimos a dar una vuelta. (No te digo más porque se que Dieter nos está leyendo. Si, ahora mismo). Pues íbamos todos por las bellas calles de la capital alavesa y yo empeñada en lo bonito que era... ¡Burgos! Al llegar a la catedral, exclamé: “¡pero qué bonita es la catedral de Burgos!”, muchos se quedaban mirándola con cara de 'hay algo que no cuadra', mientras los demás nos partíamos de risa. En esa 'breve' incursión nocturna -tranquilo Dieter, sólo tomé Coca-Cola-, me llamó la atención la moda musical vasca: Siempre Así, José Mercé, Azucar Moreno... vamos, la España más cañí. ¡Parecía Huertas! Oye, que sepas que aquí lo más comentado entre los colegas en las últimas 24 horas -aparte de lo bonito que es Burgos- es que el PP ha pinchao en Las Palmas. Dicen que un tercio del aforo. Cuenta, cuenta...
Un beso
Ketty