¿Sabía usted que a las últimas manifestaciones contra los impuestos sólo acudieron racistas? La actriz Janeane Garofalo decía en un programa de la MSNBC: "Seamos sinceros. Esto no tiene nada que ver con criticar a los demócratas ni con protestar por los impuestos. Deberían enterarse de cuál era el fondo de la manifestación de los Hijos de la Libertad en Boston: odian que haya un negro en la Casa Blanca. Eso es racismo sin paliativos. No son más que un atajo de paletos sureños que protestan por pagar impuestos".
Ah. Qué cosas.
Algunos días después del análisis de Garofalo sobre las intenciones de esos ciudadanos que supuestamente salieron a la calle para protestar contra el endeudamiento, el derroche y las inminentes subidas de impuestos, acudí al peluquero. Al poco de estar allí, entró otro cliente negro, se sentó a mi lado y me preguntó si había visto las manifestaciones.
- Algo he visto, le dije.
- Bien, es que parecía una reunión del Ku Kux Klan.
- ¿Cómo?
- ¿No viste la televisión? Estaba lleno de blancos. Parecía una reunión del KKK.
- Dime que estás bromeando.
- No, sólo había blancos. Era como un encuentro del KKK.
- ¿En serio? A veces voy a la Iglesia de Dios en Cristo [una enorme iglesia a la que mayoritariamente acuden negros]. Imagina que un blanco entra durante un servicio dominical y dice "Parece una concentración de bandas callejeras". ¿Qué dirías?
- No es lo mismo.
- ¿Por qué no? Un montón de personas –también negros– se reunieron para protestar contra el derroche de dinero público. Pero dado que la mayoría era blanca, tú los comparas con el KKK. Quizá deberíamos tener en cuenta un pequeño detalle: no todos los blancos pertenecen al KKK.
- Bueno, puede que tengas razón.
- ¿Puede? ¿Qué dirías tú si los bancos dijeran que teniendo en cuenta la relación que durante 20 años Obama ha mantenido con su polémico pastor, el presidente fuese realmente el racista?
- ¿Qué? ¿Estás llamando racista a Obama?
- No, digo que ese argumento es más sólido que el que tú defiendes sobre las manifestaciones anti impuestos.
- Pero Obama es un tipo inteligente. No conocía las barbaridades que decía el reverendo Wright.
- ¿Ah no? Cuando Obama anunció su candidatura a presidente en Springfield, el reverendo Wright iba en principio a oficiar la oración de apertura. En el último momento, Obama llamó a Wright y lo canceló. ¿Crees que fue porque no sabía que su pastor era polémico?
Me contertulio se quedó callado.
- Y después de esta cancelación, Wright trató de explicarla diciendo que "bueno, si la gente descubre lo que digo, los judíos podrían darle problemas a Obama", proseguí.
- Eso no significa que Obama conociera las opiniones de su reverendo.
- ¿Has leído el primer libro de Obama?
- No.
- Obama relata que asistió al sermón en el que Wright habla de la "audacia de la esperanza". El reverendo también habló sobre Hiroshima y Nagasaki, las ciudades que bombardeó Estados Unidos para poner fin a la Segunda Guerra Mundial. Mi padre, un marine, estuvo destacado en la isla de Guam cuando dábamos por sentado que Japón sería invadido. En su lugar, terminamos la guerra soltando esas bombas (salvando probablemente alrededor de un millón de vidas japonesas y estadounidenses). Wright comparó Hiroshima y Nagasaki con lo sucedido en Sudáfrica en 1960 en un lugar llamado Sharpeville. ¿Lo conoces?
- No.
- Alrededor de 250 hombres, mujeres y niños negros fueron asesinados o mutilados cuando el gobierno del Apartheid abrió fuego contra varios manifestantes desarmados. Obama asistió a ese sermón y no tuvo ningún problema con que Wright comparara Hiroshima y Nagasaki con Sharpeville. ¡Indignante! Y Obama utilizó La audacia de la esperanza como el título de su segundo libro y eslogan electoral. Tú quieres estar en misa y repicando. Obama es inteligentísimo pero al mismo tiempo no conocía las estúpidas ideas de su pastor.
- Bien, pero él no es responsable de lo que dijera su reverendo.
- Nunca dije que lo fuera. Estábamos hablando de si Obama conocía o no que Wright sostuviera que el 11-S fuese un "ajuste de cuentas" con el pasado o que Wright diera a entender que el Gobierno fuera el responsable de la epidemia de las drogas fabricando estos estupefacientes.
De nuevo se quedó callado.
- Supón que John McCain asistiera a una iglesia cuyo pastor –al que además se refiriera con asiduidad como "consejero espiritual"– hiciera comentarios racistas sobre los negros. La prensa se le habría echado encima y McCain o nunca hubiese logrado la candidatura en su partido o hubiese sido humillado en las elecciones.
- Ya se sabe... supongo que cuando te gusta alguien, tiendes a inventarte excusas.
- Más a mi favor. Por cierto, nadie te impidió acudir a esas manifestaciones anti impuestos por ser negro. No tenías que presentar ninguna acreditación. No había ninguna cuota de entrada. Nadie puso policías que te prohibieran entrar. Intenta hacerlo en una reunión del KKK.