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Leandro Fleischer

Pelé es más grande que Maradona

Maradona es eso. Es ese tatuaje del Che Guevara en su brazo que disfruta de los mayores lujos en Dubai y en cualquier país donde se encuentre.

Argentina está en la final del Mundial y muchos argentinos están de fiesta, más allá de la difícil situación socio-económica en la que está sumergido el país, incluyendo varios casos de corrupción como el procesamiento del vicepresidente Amado Boudou.

Tanto en Brasil como en Argentina, varios argentinos entonan diversos tipos de cánticos. Algunos xenófobos como "el que no salta es un inglés", otros de alabanza al famoso exfutbolista Diego Armando Maradona. "Brasilero, que amargado se te ve, Maradona es más grande que Pelé" se escucha tanto en los estadios del Mundial como en las calles argentinas. ¿Será cierto? ¿Será Maradona más grande que Pelé? Veamos.

Primero, descartemos las comparaciones más sencillas. El brasileño nació antes y es más alto que el argentino. Por lo tanto, en lo que respecta a edad y estatura, claramente podemos asegurar que Pelé es más grande que Maradona.

Un famoso cantante argentino llamado Rodrigo (fallecido en el año 2000 por un accidente de tránsito) tenía en su repertorio una canción de alabanza a Maradona. En un parte de la misma, uno podía escuchar que el exfutbolista "al poder enfrentó". Es que en Argentina mucha gente lo cree e intentan diferenciarlo de Pelé porque éste tuvo un cargo dentro de la FIFA. Sin embargo, el argentino lejos está de "enfrentar al poder", sino que por el contrario, Maradona se destacó y se destaca por coquetear con el mismo durante gran parte de su vida.

En su juventud, allá por 1979, visitó al dictador Videla con el resto de la selección sub-20 para recibir las felicitaciones del gobierno tras haber ganado el mundial juvenil. Pero tengamos piedad, era demasiado joven, puede equivocarse. Luego, ya adulto, se fotografió junto a Alfonsín, formó una amistad con el siempre acusado de vender a la argentina por su "neoliberalismo" Menem y se mostró frente a los medios de comunicación con una camiseta en la que le agradecía a otro tildado de "neoliberal vendepatria" como el ex Ministro de Economía Cavallo. También se mostró junto a De La Rúa, luego con Néstor Kirchner y hoy es (o dice ser) un gran admirador de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Su coqueteo con el poder también cruzó las fronteras y no pudo evitar dejarse utilizar como tonto útil también por algunos de los peores dictadores que hoy oprimen en algunos puntos del planeta, como la tiranía castrista en Cuba o la chavista que hoy continúa Nicolás Maduro en Venezuela. Y es en este país donde la gente no sólo debe soportar a un gobierno extremadamente autoritario y responsable, además, de la pésima situación económica que afecta al país, sino que también es saqueada por Maradona al recibir un contrato millonario del canal del gobierno TeleSur para realizar un programa por demás aburrido llamado De zurda.

El amor de Maradona por el poder no termina allí. Vale recordar cuando le dijo a un diplomático iraní en Argentina que él estaba "junto al pueblo de Irán" y que quería "conocer al Ahmadinejad" (ex Presidente totalitario del país asiático), a quien también le envió una camiseta de regalo.

Entonces tenemos de un lado a un ex miembro de una organización de fútbol y del otro a un individuo usado de tonto útil por diversos gobiernos, entre ellos varios dictatoriales. Podemos afirmar en este caso también que Pelé es más grande que Maradona, y por un amplio margen.

Maradona, en una de sus tantas apariciones televisivas hace algunos años, dijo mofándose: "Pelé debutó con un pibe". Dando a entender de esta manera que el debut sexual del ex astro brasileño había sido con un muchacho. Si bien no me consta que los dichos del argentino sean ciertos, tampoco me consta que Maradona haya tenido también encuentros homosexuales como se rumorea. Lo cierto es que tampoco me interesa saber con quién se acuesta cada individuo siempre y cuando sea de mutuo acuerdo. Humillar a otro por tener relaciones con personas de su mismo sexo es, en realidad, humillarse a uno mismo.

Eso no es más que homofobia, quizás contagiada por sus amigos iraníes que persiguen y asesinan gays por el simple hecho de ser gays. De todos modos, si de moralidad se trata, pongamos a ambos ex futbolistas en la balanza: uno cometió el crimen de quizás haberse acostado con un muchacho, mientras que el otro deja desparramados mujeres embarazadas por el mundo con hijos que se niega a reconocer. ¿Quién es mucho más grande entonces? Yo creo que Pelé. ¿Usted?

Maradona es eso. Es ese tatuaje del Che Guevara en su brazo que disfruta de los mayores lujos en Dubai y en cualquier país donde se encuentre. Es ese que se acomoda con el poder, sin importar lo que este hace. Es ese que muestra odio hacia los medios, pero los busca porque los necesita para darse la vida que tiene hoy. Es ese que debería ser la vergüenza de cualquier lugar donde se esté, pero que es un símbolo para muchos. Maradona no solamente es más pequeño que Pelé, es uno de los más pequeños del mundo. Es de esos que, en efecto, debería ser símbolo de un país, símbolo de la vergüenza.

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