Aquellos que me siguen, en la radio o en las redes sociales, quizá habrán notado que hay personas teóricamente afines a las que por sistema procuro no hacer publicidad. Y lo procuro porque, por alguna actuación u otra, me han demostrado no ser buena gente.

Una de esas personas es Arcadi Espada, que ya en 2013, cuando en España se debatía esa reforma trampa del PP sobre la ley del aborto con la que Rajoy pretendía calmar a sus bases, escribió un repugnante artículo en El Mundo, en el que defendía el aborto eugenésico y decía textualmente lo que sigue:

"Si alguien deja nacer a alguien enfermo, pudiéndolo haber evitado, ese alguien deberá someterse a la posibilidad, no solo de que el enfermo lo denuncie por su crimen, sino de que sea la propia sociedad, que habrá de sufragar el coste de los tratamientos, la que lo haga. Este tipo de gente averiada alza la voz histérica cada vez que se plantea la posibilidad de diseñar hijos más inteligentes, más sanos y mejores. Por el contrario ellos tratan impunemente de imponernos su particular diseño eugenésico: hijos tontos, enfermos y peores."

Ese párrafo no solo contradice nuestra Constitución, la Declaración de los Derechos Humanos y la Declaración sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, sino que muestra la catadura moral de quien lo escribe. Y su falta de lógica: si el aborto eugenésico se justifica en que la sociedad no debe sufragar el coste de los tratamientos de aquellos que Arcadi Espada considera "tontos, enfermos y peores", ¿qué impide llevar el razonamiento más allá y aplicar la eutanasia forzosa a todo aquel que a lo largo de su vida se convierta en una carga para el contribuyente? ¿Por qué la sociedad sí debería, desde el punto de vista del señor Espada, sufragar los gastos de los que nacieron "bien", pero luego se volvieron "tontos, enfermos y peores", por enfermedad o por accidente?

Esta semana, Arcadi Espada ha vuelto a hacerlo, en un artículo en el que arremete contra Vox. El señor Espada tiene todo el derecho del mundo a criticar a ese partido político. De hecho, lo que a mi me preocuparía es que Arcadi Espada votara a Vox, qué quieren que les diga. Pero es que entre los argumentos usados por Espada para criticar el programa electoral de Vox, figura de nuevo una referencia al problema de la discapacidad. Critica Espada que Vox se comprometa a defender a las personas con Síndrome de Down, a las que Espada se refiere como "esos enfermos".

¿Comprenden Vds. por qué ciertas personas me dan grima y evito, siempre que puedo, mencionarlas, incluso aunque sean teóricamente afines en tantas cosas?

El señor Espada es alguien brillante, culto y muy pagado de sí mismo. Pero hay más humanidad en el dedo meñique de cualquier persona con Síndrome de Down que en cien Arcadis.

Arcadi Espada es mala gente.

Pero no se preocupe, don Arcadi: si algún día, Dios no lo quiera, usted se quedara "tonto" y tuviera que pasar a depender de la solidaridad de sus conciudadanos, los demás estaremos encantados de correr con los gastos. Porque hasta las malas personas tienen derecho a la vida.