Ya comentamos en cierta ocasión (y la verdad es que se trata de uno de los aspectos más llamativos de esa inmensa pantomima denominada versión oficial) que a Jamal Ahmidan El Chino nadie le llamaba El Chino. Los asturianos le apodaban Mowgly, según consta en la declaración inicial de Suárez Trashorras. En cuanto a sus familiares y compinches, le llamaban simplemente Jamal, como han ratificado ante el juez Del Olmo a preguntas de uno de los abogados de la acusación. El apodo de El Chino no se le asocia a Jamal Ahmidan hasta la declaración de Rafa Zouhier, cuyo papel en toda la maniobra de intoxicación que condujo a la versión oficial de los atentados tendremos, quizá, la oportunidad de analizar próximamente (por cierto, la figura de Zouhier resulta clave a la hora de determinar si existe conexión entre el pre-11M y el post-11M, pero eso es otra historia).
Esa declaración inicial de Suárez Trashorras (realizada el 18/3/2004) resulta muy curiosa, no sólo porque él hable de Mowgly (en lugar de El Chino), sino por otro detalle realmente pintoresco: a lo largo de la declaración, nadie le pregunta en ningún momento a Suárez Trashorras cómo se llamaba ese tal Mowgly. Resulta que Suárez Trashorras declara que estuvo en la casa de Mowgly en Morata, que le conocía de hacía varios meses, que Mowgly subió a Asturias en el fin de semana del transporte de los explosivos... ¿y a ninguno de los policías se le ocurre preguntarle cómo se llamaba el tal Mowgly, o al menos cuál era su nombre de pila? Inverosímil.
Y, mira por donde, donde menos se espera salta la liebre. Durante la instrucción del 11-M, Del Olmo decidió desgajar como delito aparte el delito de falsificación de la matrícula y los papeles del Toyota que supuestamente se utilizó en la caravana de transporte de los explosivos. Del Olmo remitió el caso a un juzgado de Avilés, que decidió imputar a Trashorras, a Toro y a dos personas que les habían ayudado en la falsificación de la matrícula y de los papeles.
El juzgado de Avilés pidió a un juzgado de Alcalá de Henares que tomara declaración a Trashorras (que por aquel entonces estaba en Alcalá-Meco) y esa declaración tuvo lugar el 13/5/2005 (folio 68892 del sumario del 11-M). Y hete aquí que Trashorras va y declara que a él le intentaron vender el Toyota en diciembre de 2003, junto con otros cuatro vehículos, y que el que se lo intentó vender "era un chico que se llama Redoan y que posteriormente ha tenido conocimiento, y así se ha demostrado en la Audiencia, que utilizaba cuatro identidades distintas". Luego Trashorras dice que al final devolvió el coche porque decidió no comprarlo.
¿Redoan? Hay que recordar, a este respecto, que una de las identidades que luego nos dicen que Jamal Ahmidan tenía era la de Redouan Abdelkader Layasi. ¿O sea que Trashorras conocía a un tal Redoan alias Mowgly, que posteriormente nos transforman en Jamal Ahmidan alias El Chino? ¿Cuál era el nombre verdadero de esa persona que Trashorras conocía?
Pensemos en el fin de semana de los explosivos. Tenemos, según lo que nos cuentan, a Jamal Ahmidan en Asturias, escoltado por dos marroquíes que le llaman "Jamal" y reuniéndose con un asturiano que le llama "Redoan". Es una escena un poco surrealista, ¿no? Cuando los marroquíes le dijeran a su jefe "¡Oye, Jamal!", Trashorras se quedaría un poco descolocado, supongo. ¿O es que la escena parece tan surrealista porque en realidad es mentira? ¿A cuántas personas han mezclado para construir a Jamal Ahmidan El Chino?
Si volvemos a la declaración inicial de Trashorras, ¿nos llamarán conspiranoicos si valoramos la posibilidad de que se omitiera deliberadamente del acta el nombre de Redoan y de que eso se hiciera porque ese 18 de marzo de 2004 aún no se había "diseñado" la cabeza de turco que había que utilizar para los atentados?