Menú
Luis Hernández Arroyo

El fracaso de España

Han sabido manipular con gran maestría la angustia social creada por el terrorismo: en un primer paso nos han vendido la retirada de Irak como garantía frente al islamismo, y ahora han rematado la jugada con la paz de ETA.

La maniobra envolvente sobre Navarra entre ETA, Zapatero y el PNV –con el apoyo de los catalanistas, no lo olvidemos–, es sencillamente escalofriante. Ha cambiado mi consideración hacia ZP. Ya no le veo como un tonto con una tiza, sino como un malvado que ha aprendido a mandar, y mucho. Despide ministros y pone a otros con una agilidad pasmosa. No se le discute en los comités federales del partido, simplemente los discrepantes no asisten. Los diputados con capacidad de raciocinio son fácilmente controlados con la ayuda, por cierto, de la torpeza del PP, que pidió votación nominal en el pase del estatuto catalán.

No se ha reflexionado suficientemente sobre esto, que es un signo de que probablemente sea el secretario general de cualquier partido con más poder desde la transición. No es un desdeñable resultado, dada la tradicional escisión, siempre latente en el PSOE, entre "moderados" y "radicales" (prietistas y caballeristas). Si revisamos la historia electoral desde 1977, veremos que una condición fatal para perder las elecciones es la falta de disciplina de partido, lo cual es un factor añadido, como si pocos hubiera, de viento electoral a su favor. Esto quiere decir que su capacidad de destrucción es ahora ilimitada, que las fuerzas centrífugas que él mismo ha desatado serán cada vez más difíciles de frenar, y que me temo que repetirá victoria electoral, sobre todo si adelanta el calendario. Todos los elementos y dudas que han surgido sobre el 11-M no han mermado, de momento, esa perceptible firmeza de sus actos. Los optimistas dicen que ven cierto nerviosismo y desasosiego en el gobierno. Yo no. Han sabido manipular con gran maestría la angustia social creada por el terrorismo: en un primer paso nos han vendido la retirada de Irak como garantía frente al islamismo, y ahora han rematado la jugada con la paz de ETA. Hay que reconocerles una óptima gestión de los tiempos, a la vez que conocimiento profundo de esta sociedad, que no quiere o no puede ver las oscuras sombras que flotan sobre el 11-M, minimizadas ante la promesa de una ETA aparentemente rendida.

Quizás hemos sido demasiado desdeñosos sobre la capacidad destructiva del sujeto. Hemos confundido incapacidad intelectual manifiesta con torpeza de mando, y estamos descubriendo con cierto pavor que no hemos tenido nunca un presidente de la democracia con tanto poder y tanta maldad.

Ahora, tras el fracaso de España ante el estatuto catalán, nos ponen delante, no ya la posibilidad, sino la probabilidad de que Navarra sea anexionada por el País Vasco. Los cretinos de siempre, que tanto abundan, hacen estúpidas cábalas sobre la mayoría de votos no nacionalistas, y no se han dado cuenta de que el futuro estatuto vasco va ser más inconstitucional que el catalán. No son tiempos de cábalas de escrutinio neutral. No nos están ofreciendo una libre elección de los navarros, sino un trágala en toda regla por el procedimiento, tan conocido, de laAnschlussde Austria en 1938... y al final parece que había unanimidad en aceptar lo inevitable. No estoy sugiriendo que estamos ante un Hitler y la Segunda Guerra Mundial. Los tiempos cambian. Pero los comportamientos de debilidad frente a la audacia siempre han premiado a ésta, y esto lo sabía muy bien aquel zorro cuando ocupó la Renania desmilitarizada y las potencias se lo permitieron. Entonces dijo: "si hubieran querido nos hubieran barrido; no tenemos ejército, pero la próxima vez será distinto". Si cedemos, Navarra será el punto de no retorno para España.

En España

    0
    comentarios