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Marian L. Tupy

Sugerencias para el Partido Republicano

Tal vez la próxima vez elijan a alguien que comparta las preferencias políticas de la mayoría de la sociedad: probidad fiscal combinada con apertura social.

Tal vez la próxima vez elijan a alguien que comparta las preferencias políticas de la mayoría de la sociedad: probidad fiscal combinada con apertura social.

He aquí algunas reflexiones que me han suscitado las elecciones presidenciales del pasado martes:

  1. El conservadurismo social que encarnan los señores Murdock y Akin no tiene cabida en un partido político moderno. La oposición al aborto no justifica comentarios trastornados acerca de "violaciones legítimas" o embarazos frutos de violaciones "deseados por Dios". Lo mismo cabe decir de la igualdad ante la ley de los homosexuales. Los referendos en Maine y Maryland son indicativos de lo que está por venir. El electorado es cada vez más tolerante para con la homosexualidad, y un número creciente de votantes siente que prohibir que los homosexuales se casen es discriminatorio, así de sencillo.
     
  2. Es absurdo atacar a los latinos durante las primarias y luego sorprenderse cuando respaldan masivamente al adversario. La demografía es la que es, y el voto latino se volverá cada vez más importante. El Partido Republicano debería tomar la iniciativa y proponer una reforma migratoria integral que incluya una vía hacia la legalización de indocumentados antes de que lo haga Obama.
     
  3. Los estadounidenses están cansados de una política exterior patriotera, y así como muchos electores están espantados por los ataques en Paquistán con aviones no tripulados ordenados por la Administración Obama, pocos están preparados para otra guerra a gran escala en el Oriente Medio, o en cualquier otra parte del mundo.
     
  4. Los principios importan. Mitt Romney, lo mismo se presenta como un moderado que como un conservador ortodoxo, por lo que nadie podía estar muy seguro de cuál era su auténtica posición.

Las derrotas pueden ser difíciles de digerir, pero también pueden representar una oportunidad para la renovación. Con G. W. Bush, el Partido Republicano se ligó a un socialdemócrata en lo fiscal y conservador en lo social que dañó profundamente su reputación. Con Mitt Romney, el GOP optó por un hombre que quería ser todo para todos. Tal vez la próxima vez elijan a alguien que comparta las preferencias políticas de la mayoría de la sociedad: probidad fiscal combinada con apertura social.

© El Cato

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