Si está en lo cierto, tenemos al nuevo rey de los encuestadores; si no, será el hazmerreír de todo Estados Unidos, ha escrito de él Kyle Smith en la National Review. “Él” es Robert Cahaly, cerebro de Trafalgar Group, empresa demoscópica que llama poderosamente la atención por decir lo que no dice casi ninguna otra: que Trump va a conseguir la reelección.
En efecto, basta echar un vistazo al agregador de Real Clear Politics (RCP) para ver que las encuestadoras vaticinan una holgada victoria (51 vs 43%) de un Joe Biden que se impondría incluso en los denominados battleground states (BS), los estados donde la elección se presenta más reñida (49 vs 45%). En el Colegio Electoral (CE), el elector definitivo, el agregador de RCP da a Biden una clara ventaja parcial de 232 a 125 (sin BS) y total de 341 a 197 (con BS).
El almirante Cahaly del Trafalgar Group no se inmuta y augura una victoria de Trump con “doscientos setenta y muchos o doscientos ochenta y pocos” votos en el CE, donde se lleva el gato al agua quien supera la cifra mágica de 270.
Y es que Cahaly considera que sus encuestas están muy bien hechas; mejor que las de la competencia, defiende sin complejos y con argumentos que atañen, por ejemplo, al voto oculto y a la calidad, el alcance y el tamaño de las muestras. Se explayó a este respecto con Rick Lowry en la NR hace unos días: pasen y escuchen o lean.
Cahaly cree que estas van a ser unas elecciones signadas por la motivación más que por la persuasión y que, por increíble que pueda parecer, ya está todo el pescado vendido incluso en los BS –donde apenas habría un 1,5% de indecisos–, seis en el Top Battlegrounds de RCP: Florida, Pensilvania, Míchigan, Wisconsin, Carolina del Norte y Arizona. RCP no concede uno solo a Trump. Salvo Wisconsin, el almirante Cahaly se los entrega todos, incluso Pensilvania; pero no sin incluir una advertencia que igual se acaba convirtiendo en un terremoto con potenciales consecuencias catastróficas para la democracia norteamericana:
Ahora mismo, le tenemos por debajo en Pensilvania, [pero] creo que si [las elecciones] fueran hoy, habría cierto voto oculto y los indecisos se inclinarían por Trump. Probablemente ganaría Trump. Pero quiero hacer un aviso con respecto a Pensilvania. Creo que puede ser precisamente un Estado en el que Trump gane pero se lo arrebaten, fraude electoral mediante.
En 2016, Cahaly ya clavó el resultado en la también entonces crucial Pensilvania. Y en Míchigan. Y en otros tres BS trascendentales. “Y de hecho vaticiné un 306 a 232 en el Colegio Electoral”, donde el resultado definitivo acabó siendo ese cuasi idéntico 304 a 227 para Trump que tampoco anticipó jamás el agregador de RCP, que, por cierto, consideró al Trafalgar Group del almirante Cahaly “la mejor encuestadora del ciclo electoral de 2018”...