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Martín Higueras

De la Rosa, sensacional en la fiesta de Alonso

Hablar sobre el gran triunfo que Alonso ha conseguido este domingo en el Gran Premio de Bahrein sería casi una copia de lo que se dijo tras la carrera de Malasia. El asturiano ha probado una vez más que Renault está por encima del resto y que él mismo está en un momento impresionante, demostrando hambre de triunfos y administrando de una manera excelente las carreras.
 
La gran pena del GP ha sido el prematuro abandono de Michael Schumacher. El alemán, a quien nadie debería descartar para el resto de la temporada, había logrado estrenar al fin el nuevo F2005. Durante los entrenamientos tuvo una buena actuación y en las clasificaciones fue el de siempre, con grandes tiempos que sólo le permitieron colocarse segundo por detrás de Alonso, que literalmente voló en el circuito de Shakir. Por el contrario, Barrichello sufrió mucho con el nuevo Ferrari. Un problema en la caja de cambios no le permitió dar muchas vueltas al circuito y sólo el ingenio de los mecánicos le permitió estar en la parrilla de salida, aunque en la cola del pelotón por un cambio de motor de última hora. En carrera, el brasileño hizo una partida sensacional colocándose en décima posición de manera muy rápida. Al final no pudo puntuar por problemas en su coche.
 
Alonso, Schumacher y Trulli conservaron sus posiciones tras la salida pero sólo los dos primeros lograron despegarse del resto. El español y el alemán estaban en apenas un segundo de diferencia y se preveía una atractiva pelea. El Renault respondió sin problemas a los continuos ataques del Ferrari pero se vio rápidamente abandonado al tener Schumacher unos problemas hidráulicos –probablemente por la suciedad de la pista– que lo obligaron a retirarse en la vuelta 12. Una lástima porque en ese duelo se hubiera podido ver la verdadera capacidad de Alonso bajo presión. Trulli heredó el segundo puesto y acompañó al español en el podio, tal y como ocurrió en el GP de Malasia. Toyota, con un gran trabajo del ingeniero Mike Gascoyne, será sin duda un gran rival a batir durante todo el año.
 
Capítulo aparte es lo de Pedro Martínez de la Rosa. En los últimos años, el catalán ha trabajado duramente como piloto probador y ha esperado su momento. Ha recorrido miles de kilómetros para dejar a punto los coches y en estas últimas carreras, especialmente a los McLaren. Y tuvo que esperar una lesión de Juan Pablo Montoya para tener su gran oportunidad. La mala suerte del colombiano se convirtió en la buena del español aunque su debut en la escudería británica fue en un circuito que nunca había probado. De la Rosa partió desde la octava posición tras las dos sesiones de clasificación. Su carrera fue sencillamente magistral. A Montoya se le conoce como el piloto más agresivo y arriesgado de la parrilla y De la Rosa no quiso quedarse atrás. Los sensacionales duelos que tuvo primero con Button y después con Webber hicieron recordar a muchos lo que realmente es la F1 con aquellos duelos al límite como los que nos regalaban Senna y Mansell, por poner uno de tantos ejemplos. De la Rosa acabó quinto y dio la impresión que es un piloto que debería estar siempre en la parrilla de salida. Lamentablemente es posible que en San Marino ya no esté si se recupera Montoya pero sin duda ha dejado una carrera para el recuerdo.
 
Fernando Alonso refuerza con su segunda victoria consecutiva –tercera de su palmarés– su liderato en el Mundial para entrar con fuerza en lo más complicado del campeonato: la temporada europea que empezará el 24 de abril con el GP de San Marino. Ferrari seguirá mejorando y dará mucha guerra, de ahí la importancia del colchón de puntos con el que Alonso llega a Europa. Toyota seguirá con sus buenas actuaciones al igual que McLaren por lo que el resto del año se presenta muy apasionante.

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