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Martín Higueras

Un GP de apenas 100 metros

Raikkonen, pese a tener el KERS en el F60B, perdió su lugar ante el ataque de Barrichello y entonces todo terminó. En apenas 100 metros (más o menos la distancia hasta Sainte Devote), todo estaba casi definido.

Francamente no sabía muy bien qué esperarme de este GP de Mónaco. No sabíamos cómo se comportarían los pilotos de Brawn GP en un circuito tan exigente como el del Principado y sobre todo no sabíamos qué mejoras concretas llevarían los Red Bull –hasta ahora los únicos capaces de hacerle frente a Button y Barrichello– y tampoco la actuación de Ferrari. Visto el resultado, nada de eso era importante, porque el equipo de Ross Brawn sigue dominando como desde el principio del Mundial.

Sin embargo, ya desde los entrenamientos y en las clasificaciones vimos a Ferrari con mejoras perspectivas. El segundo puesto de Raikkonen en la parrilla era ya una señal y la carrera tanto del finlandés como la del Massa –que nos regaló cierta agresividad en las primeras vueltas– ha sido la confirmación de que la scuderia está de vuelta. Ojalá, al menos, para pelear carreras ante Button, al que parece no se le escapará el Mundial, y a Barrichello, obligado a ser una vez más escudero. Pero tengo que confesar cierta decepción porque pensé realmente que este gran premio podría tener más historia que la de los 100 primeros metros. Raikkonen, pese a tener el KERS en el F60B, perdió su lugar ante el ataque de Barrichello y entonces todo terminó. En apenas 100 metros (más o menos la distancia hasta Sainte Devote), todo estaba casi definido. Lo único que todos intuíamos tras la primera vuelta es que uno de los Brawn ganaría.

Y si Ferrari ha vuelto a lo más alto –o más bien sólo a lo alto– McLaren sigue desesperado en la media tabla sin mostrar capacidad de reacción, aunque es verdad que muy poco hemos podido ver en Mónaco pese a los buenos augurios de Hamilton. El británico metió la pata en las clasificaciones y Kovalainen en carrera. Con esto –obviamente– era imposible conseguir puntos. Hamilton lo intentó pero esto es Mónaco así que muy pocos –o casi nadie– creía en una heroica remontada.

En cuanto a Alonso –y esto no es para contentar a nadie–, es evidente que gracias a él, el final de carrera tuvo cierta emoción. Esta vez no hubo error de estrategia, por el contrario. Optó por dos paradas –nada nuevo– pero lo interesante es su actuación a partir del final de su segundo stint y todo el tercero. Antes de realizar su segunda entrada, su ritmo era muy bueno y en algunas vueltas hasta mejor que el resto de los punteros. La clave fue retrasar lo máximo posible la utilización de los neumáticos super blandos que demostraron tener problemas en el asfalto monegasco. Su gran problema fue encontrarse con Sutil a la salida del pitlane. El alemán no tenía nada que hacer ya que venía con una vuelta perdida y en lugar de apartarse como lo hizo Trulli –ahí fallan evidentemente los comisarios– siguió delante del español durante dos largas vueltas. Eso le restó posibilidades de atrapar a Rosberg aunque pese a eso fue acortándole al menos un segundo por vuelta. No fue suficiente aunque, como dije, esto le dio cierta emoción al final.

Pese al quinto puesto de Webber, este fin de semana ha sido malo para Red Bull. Llegaban a Mónaco con algunas modificaciones –en especial el doble difusor– y se esperaba mucho más de ellos. Vettel lo intentó al principio pero fue uno de los que sufrió la rápida decadencia de los super blandos con un primer stint horrible en el que fue superado por Rosberg y Massa. Tras su primer parada (fue el primero enm hacerlo) cometió un error que lo dejó fuera de carrera. Y si las cosas no fueron bien para Red Bull, para Rosberg su dominio en los entrenamientos comienza a traducirse en puntos en carrera (iguala su mejor resultado del GP de Australia). También es destacable el octavo lugar de Bourdais (que también fue octavo en Melbourne y esta vez subió seis puestos) y el noveno de Fisichella con el Force India.

No sé muy bien qué pensarán los equipos cuando ven el dominio de Brawn GP. Puede haber desanimo, lo cual sería negativo para el Mundial, pero lo cierto es que hay pocas posibilidades de hacerles frente. Para Turquía, Renault llevará un nuevo alerón delantero pero su guerra no es con Button y Barrichello. Al menos, darían un buen salto si pelearan con Ferrari o Red Bull, algo que aún se me antoja difícil. Además, con las curvas rápidas del circuito de Estambul, Brawn tendrá otra vez todas las de ganar. Las apuestas este año parecen limitarse por el tercer lugar.

* Puede comentar esta columna en el blog "Arráncalo, por Dios!"

 

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