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Martín Higueras

¿Y éste no estaba acabado?

Viéndolo fríamente, el segundo lugar de Alonso no resulta para nada malo, considerando que en Nurburgring los Renault tenían una velocidad punta menor que la de los Ferrari.

Una vez más, tal y como ocurrió en Ímola, hemos presenciado una carrera llena de estrategias y con los mismos protagonistas, Michael Schumacher y Fernando Alonso. Ferrari fue nuevamente el equipo que mejor planteó el gran premio y gracias a una segunda entrada a boxes perfecta le entregó en bandeja la victoria al alemán. No es secreto para nadie que Ross Brown es un auténtico especialista en plantear y planificar carreras. Alonso se vio obligado a contentarse con un segundo puesto muy valioso que le permite seguir siendo sólido líder del Mundial. Resulta complicado intentar ganarle a Ferrari en estrategia y esperemos que la innecesaria polémica que se creó tras el GP de San Marino –por el supuesto error de Renault de llamar a boxes a Alonso antes de lo debido– no se vuelva a repetir.

Viéndolo fríamente, el segundo lugar de Alonso no resulta para nada malo, considerando que en Nurburgring los Renault tenían una velocidad punta menor que la de los Ferrari. Además, apenas pierde dos puntos con respecto a Schumacher (cuatro si contamos lo de San Marino) lo que no representa un problema serio en especial por el excelente inicio de temporada del asturiano. Sin embargo, Renault tendrá que preocuparse si esta tendencia continúa. Ferrari ya no es el del año pasado. La Scudería está de vuelta con un motor potente y con unos Bridgestone que parecen recobrar aquella eficiencia que tenían antes de las reglas de 2005 en las que no se permitían los cambios de neumáticos. De hecho, muchos señalaron que este año los grandes beneficiados serían los equipos que calzaran esa marca.

Muchos de los que consideraban a Schumacher casi acabado –y no son pocos– deberán reflexionar después de estos dos últimos resultados. Para desgracia de estos, el alemán sigue en forma y Ferrari seguirá mejorando durante el año. Pero es posible que Renault presente mejoras en su monoplaza y que no deje tomar mucha ventaja al equipo italiano. El problema es que queda muy poco para Montmeló aunque seguro que en esa carrera primará mucho más las ganas de Alonso y el apoyo del público que las diferencias técnicas entre monoplazas.

Alonso tiene una cuenta pendiente con el GP de España. Ya en 2003 nos deslumbró con un segundo lugar sensacional. Ganarlo este año sería para él, sin duda alguna, un sueño hecho realidad y hacerlo delante de Schumacher un aliciente extra considerando que el alemán ha ganado seis veces (1995, 1996, 2001, 2002, 2003, y 2004), nada más ni nada menos. La respuesta la tendremos el próximo domingo, en lo que será sin duda un nuevo duelo entre Ferrari y Renault.

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