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Martín Krause

Más funcionarios y mejor pagados

los sueldos del sector público son superiores a los de puestos de trabajo similares en el sector privado

La cantidad de empleados públicos en relación al total de trabajadores en las principales economías del mundo no deja de aumentar. En Italia los empleados públicos eran 14,7% del total en 1960 y 21,1% en 2000. Otros países muestran la misma tendencia. En Alemania pasaron del 10,5% al 12,8% y en Estados Unidos del 14,9% al 15,4% en ese mismo período. En Francia aumentaron del 22,2% en 1970 a 26,6% en 2000, en el Reino Unido de 19,9% a 26,7% y en España nada menos que de 6,7% a 16,5% en el mismo lapso.
 
Un estudio realizado por Lorenzo Forni y Raffaela Giornado de la Banca de Italia analiza cuál es el impacto de este fenómeno en la economía, asociado a otro que lo acompaña: los sueldos del sector público son superiores a los de puestos de trabajo similares en el sector privado.
 
Según los autores, los niveles de empleo público y sus salarios afectan al sector privado de dos formas: a través del nivel de impuestos que recae sobre el sector privado y, también, en la medida que los sindicatos de los sectores público y privado cooperan en el proceso de negociaciones salariales.
 
Como en todos esos países los empleados del sector público están más sindicalizados que los del sector privado logran una "prima" salarial como resultado del monopolio sindical. Pero el modelo tradicional del monopolio indicaría que el monopolista puede obtener un "precio" (salario) mayor a cambio de un nivel de empleo menor. Sin embargo, como muestran los datos antes mencionados, eso no es lo que sucede, ya que se observan tanto mayores salarios como mayor nivel de empleo.
 
¿Cómo se explica? La diferencia está en que un monopolista que enfrenta a consumidores "privados" confronta a clientes con presupuestos restringidos y al elevar su precio reduce sus ventas debido a la elasticidad de la demanda. Forni y Giornado sostienen que eso no funciona así en el sector público. Las distintas unidades de gobierno compiten por obtener recursos para cubrir sus gastos, que provienen de un fondo común formado por la recaudación de impuestos. Como el costo de un gasto mayor es asumido por todas las unidades gubernamentales se genera el fenómeno llamado "tragedia de la propiedad común", es decir, un pozo del que todos quieren sacar pero donde nadie tiene mayor interés en meter.
 
De esa forma, los beneficios de un mayor gasto están claramente concentrados en la unidad gubernamental que los desembolsa, mientras que los costos están dispersos, por lo que el incentivo a gastar es fuerte. Y entre esos gastos se incluye la concesión de mejoras salariales para los funcionarios.
 
La anterior es una interpretación donde el funcionario busca su interés personal a costa del interés "general", si como tal consideramos un menor nivel total de gastos gubernamentales y de impuestos, pero los autores mantienen que también podría ser que el objetivo del funcionario es promover ese bien común, y que tal cosa incluye la generación de empleos públicos.
 
Esto explicaría el mayor volumen del empleo público, particularmente durante o posterior a una crisis. Pero ¿cómo se justifica el mayor nivel de salarios en el sector público que en el privado?
 
En definitiva, como el nivel del salario público afecta a los salarios del sector privado, y en este sí rige la restricción presupuestaria en forma directa, los mayores niveles salariales del sector público están también reduciendo el volumen del empleo en el sector privado.
 
© AIPE
 
Martín Krause es Rector de la Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas (ESEADE)

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