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Michelle Malkin

Acaben primero con los casos pendientes

Cuando los partidarios de la vergonzosa amnistía empiecen a lloriquear hablando de justicia y compasión, pregúnteles donde está su compasión para con los centenares de miles de aspirantes a ser admitidos legalmente a quienes están estafando

Harry Reid se jacta de su compasión hacia "los norteamericanos indocumentados". El presidente Bush quiere comprensión para los "recién llegados" sin papeles. Los denominados "Grandes Negociadores" de ambos bandos del Senado presionan para sacar adelante su masivo plan para "regularizar" a los no regularizados y traer a cientos de miles de trabajadores invitados más a añadir a los que ya están aquí o llevan años esperando la aprobación. ¿Por qué nadie de Washington puede identificar qué hay de malo en esta imagen?

A lo largo de los últimos años, he observado un buen montón de trabajo acumulado por parte de nuestra burocracia de inmigración, que continúa siendo la plaga de nuestro sistema de seguridad nacional:

  • Los casos pendientes de más de 600.000 fugitivos con orden de deportación.
  • El retraso de alrededor de 100.000 casos que tiene pendientes el FBI para comprobar los datos aportados por los inmigrantes legales.
  • La desaparición de 111.000 solicitudes de ciudadanía.
  • Los cuatro millones de solicitudes de inmigración de todo tipo sin tramitar.

El Washington Post informó que estas montañas de documentos sin procesar siguen creciendo. Centenares de miles de inmigrantes que vinieron aquí legalmente siguen esperando los controles del FBI que deben realizarse antes de poder ser naturalizados. El diario demostró que desde 2005 el "número de inmigrantes legales norteamericanos cuyas solicitudes de naturalización y otras prestaciones están a la espera de la comprobación del FBI se han duplicado hasta llegar a los 329.160".

Sí, han leído bien. Los casos pendientes de comprobar por el FBI rozan los 330.000. Tras una vergonzosa metedura de pata con un caso de nacionalización de que informé en noviembre de 2002 acerca de un conocido terrorista de Hezbolá al que se concedió la nacionalidad, los funcionarios de inmigración reenviaron 2,7 millones de nombres al FBI para un escrutinio adicional. El Post informa de que "más de cinco años más tarde, el FBI está terminando con esta enorme tarea, quedándole unos 5.800 nombres para terminar con este escrutinio extra".

Pero la montaña sigue ahí: según los funcionarios de seguridad nacional que hablaron con el Post, alrededor de un 90% de las comprobaciones de nombres aparece completamente limpia tras unos tres meses de búsquedas en las bases de datos. Pero el resto puede tardar meses o años. Hay sólo 30 analistas y ayudantes para coordinar las 56 oficinas regionales y recopilar los archivos almacenados en 265 lugares repartidos por toda la nación. El FBI se está retrasando mucho más con la avalancha de nuevos casos, alrededor de 1,5 millones de nombres, que les envían cada año los funcionarios de inmigración.

"Nadie está contento con el statu quo", declaró al periódico el subdirector del Servicio de Nacionalización e Inmigración de los Estados Unidos, Jonathan "Jock" Scharfen. "Compartimos el descontento del público y estamos comprometidos a mejorar el proceso". ¿Y qué tal si solucionamos ese problema antes de añadir millones de solicitudes más de "trabajadores invitados" al lío burocrático? ¿Qué tal si, por una vez, damos prioridad a los que han solicitado legalmente su permiso de inmigración frente a los extranjeros ilegales? ¿Qué tal si despejamos de trabas el "camino a la ciudadanía" a quienes obedecieron las normas y vinieron aquí de la forma apropiada antes de despejar "el camino a la ciudadanía" a quienes lo hicieron de manera incorrecta?

Cuando los partidarios de la vergonzosa amnistía empiecen a lloriquear hablando de justicia y compasión, pregúnteles donde está su compasión para con los centenares de miles de aspirantes a ser admitidos legalmente a quienes están estafando y que han pagado mucho más en costas legales y gastos burocráticos que la liviana y cosmética "multa" que propone la vergonzosa amnistía para los ilegales.

Tal como escribí allá por enero, cuando advertí del Inminente Desastre de la Amnistía mientras demasiados aún estaban dormitando:

Somos incapaces de poner orden o gestionar el volumen actual de aspirantes a ser inmigrantes legales de un modo justo y rápido. ¿Quiere una "reforma integral de la inmigración"? Empiece por controlar las fronteras, aplicar la ley consistentemente en el interior del país e implementar políticas de deportación eficientes y eficaces. Y no intente hacernos creer que seguir apilando documentos en la montaña de asuntos pendientes va a solucionar nada.

Memorando al Departamento de Seguridad Nacional: acabar primero con los casos pendientes.

Memorando al Senado: acabar primero con los casos pendientes.

Memorando a la Casa Blanca: acabar primero con los casos pendientes.

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