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Michelle Malkin

Una lección de matemáticas

Sólo hago la contabilidad que los grandes medios de comunicación no se encargarán de realizar. Venga, ya pueden volver a su cobertura sesgada y sentimentaloide habitual de la afamada serie "Estados Unidos, el opresor".

El New York Times está siempre preparado para actuar como el jefe de relaciones públicas del movimiento de fronteras abiertas. El Primero de Mayo, día de manifestaciones de extranjeros ilegales en masa por el país, el periódico vio apropiado publicar un artículo encaminado a dar pena condenando las crecientes deportaciones de extranjeros ilegales.

"Funcionarios de inmigración y aduanas, bajo presión para endurecer la aplicación de las leyes de inmigración [léase hacer su trabajo], expulsaron a 221.664 inmigrantes ilegales del país a lo largo del año pasado", informaba en tono inquietante el Times. Eso es "un incremento de más de 37.000, alrededor del 20%, con respecto al año anterior, según el recuento de la agencia".

221.664. Una cifra muy grande. Ciertamente suena a que nos estamos poniendo serios con el control de la inmigración, si nos creemos lo que nos cuenta el Times. Pero no somos tan tontos. Lo realmente alarmante es lo que el periódico no dijo el día de las manifestaciones pro-amnistía. Lejos de ser un país que se toma en serio sus leyes, seguimos en un peligroso estado de descontrol de extranjería casi seis años después de los ataques terroristas del 11 de Septiembre, un caos que sólo podría empeorar si el Congreso y la Casa Blanca aúnan esfuerzos en un plan "integral" de amnistía para inmigrantes ilegales.

En marzo, el inspector general del Departamento de Seguridad Nacional dio a conocer que los federales han perdido el rastro a 623.292 extranjeros ilegales fugitivos. Todos ellos fueron capturados por los funcionarios del ramo, puestos a disposición del sistema judicial de inmigración, expulsados del país y puestos en libertad. No se les ha vuelto a ver el pelo.

221.664 extranjeros ilegales expulsados frente a 633.292 fugitivos extranjeros ilegales libres. Hay casi tres veces más fugitivos extranjeros oficialmente designados como ilegales puestos en libertad por los federales que extranjeros ilegales expulsados a lo largo del año pasado. Esta verdad inconveniente fue encubierta por el Times.

Tampoco informaron de que, pese a los más de 204 millones de dólares destinados desde el 2003 a 52 equipos de operaciones especiales para fugitivos por todo el país, "la lista de casos pendientes de extranjeros fugitivos se ha incrementado con cada año fiscal desde que el programa [de captura] se estableciera en febrero de 2002".

Mientras que los manifestantes pro-amnistía hacían hincapié en que son "respetuosos con la ley" (excepto con esas molestas normas de inmigración, claro), cada vez más y más extranjeros ilegales sorprendidos por las autoridades de inmigración y reclamados por los jueces desaparecen súbitamente. La oficina del inspector general del Departamento de Seguridad Nacional explica que miles de extranjeros ilegales ignoran las órdenes de presentarse a sus juicios. De los más de 460.000 veredictos judiciales y órdenes administrativas de deportación emitidas por la Oficina Ejecutiva de Revisión de Casos de Inmigración (EOIR) entre el 2001 y el 2004, el 39% (181.807) se emitieron para extranjeros ilegales a los que se había dejado en libertad pero que después no se presentaron en el juicio.

Y la cifra total de extranjeros que no se presentan está creciendo. De hecho, según la Oficina de Detención y Expulsión del Departamento de Seguridad Nacional, el 85% de los extranjeros ilegales puestos en libertad para los que se han emitido órdenes de expulsión desaparecerán de su vista. No me refiero sólo a los ilegales mexicanos, sino a los que provienen de países que patrocinan y hacen buenas migas con el terrorismo. ¿Seguridad nacional? ¿Qué seguridad nacional?

Hagámonos una composición de lugar del peligro que corremos. La Oficina de Detención y Expulsión estima que en el 2007 "habrá 605.000 individuos nacidos en el extranjero ingresados en correccionales y cárceles por violar la ley en Estados Unidos. De esta cifra, la Oficina estima que la mitad (302.500) serán extranjeros que deberían ser expulsados. Actualmente, la mayor parte de estos extranjeros encarcelados están siendo puestos en libertad en Estados Unidos al cumplir sus penas debido a la falta de recursos de la Oficina." Es decir, 300.000 extranjeros, delincuentes convictos, saldrán de sus celdas y estarán pronto en nuestras calles. Los funcionarios de inmigración no les verán nunca el pelo.

Sólo hago la contabilidad que los grandes medios de comunicación no se encargarán de realizar. Venga, ya pueden volver a su cobertura sesgada y sentimentaloide habitual de la afamada serie "Estados Unidos, el opresor". Adelante, New York Times.

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