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Miguel del Pino

Intoxicaciones y veneno contra la España rural

Se demuestra la peligrosidad para la fauna silvestre del antiinflamatorio de uso ganadero llamado DICLOFENATO.

Se demuestra la peligrosidad para la fauna silvestre del antiinflamatorio de uso ganadero llamado DICLOFENATO.
Buitres sobre el río Duratón | David Alonso Rincón

Un buitre negro de Pirineos es la primera ave encontrada muerta a causa, probada, del diclofenato. Lo denuncia la revista Quercus, decana de la prensa ambiental en su cuaderno correspondiente al mes de mayo.

El ejemplar muerto por intoxicación con esta sustancia había nacido el año pasado en la colonia de esta especie, eternamente amenazada, situada en la Reserva Nacional de Caza de Boumont, en el Prepirineo de Lérida. Su muerte ha quedado reflejada en un estudio publicado online el pasado 5 de abril por la revista científica Science, cuyos trabajos se recogen con mucha frecuencia en los medios de comunicación españoles.

El diclofenato no es un veneno prohibido, sino un antiinflamatorio de uso veterinario ampliamente utilizado en ganadería y acumulable en los cadáveres a los que finalmente pueden acceder los carroñeros, especialmente las aves necrófagas.

Diversas organizaciones conservacionistas, tanto españolas como europeas venían advirtiendo desde hace años sobre el peligro potencial del diclofenato para la fauna silvestre europea. Esta sustancia, que desde el punto de vista químico es un antiinflamatorio no esteroideo, se consideraba responsable de haber provocado una mortalidad sin precedentes en las poblaciones de buitres de varias localidades asiáticas. Ahora se ha demostrado que también puede diezmar las de la fauna europea.

Se solicita la prohibición del diclofenato en Ganadería

Una de las primeras consecuencias de la publicación del trabajo divulgado por Quercus es la solicitud de prohibición del diclofenato para uso veterinario por parte de la Sociedad Española de Ornitología (Seo BirdLife), elevada ante la Agencia Europea del Medicamento y Productos Sanitarios. Ya no se trata de sospechas, sino de la constatación de un peligro real y grave para la fauna necrófaga española y europea.

Hay que recordar que España, paraíso europeo de la biodiversidad, alberga la mayor parte de las poblaciones europeas de buitres y por tanto se encuentra especialmente afectada por la difusión de medicamentos nocivos y tóxicos para la fauna. Es preciso comenzar inmediatamente a tomar medidas preventivas al respecto.

Delitos de envenenamiento

Hemos hablado hasta el momento de la peligrosidad demostrada por los análisis en un medicamento legal. Más graves aún son los casos de intoxicaciones y muerte de fauna necrófaga debidas a la colocación voluntaria de cebos envenenados con la intención de controlar predadores. Esta práctica, extendidísima el pasado siglo, es en estos momentos una de las mayores amenazas contra la biodiversidad española.

En este sentido puede calificarse de histórica la reciente sentencia emitida por el Juzgado de Instrucción número seis de Colmenar Viejo (Madrid) como consecuencia de la muerte de un buitre negro y seis milanos reales en el Parque Nacional de la Cuenca Alta del Manzanares a causa de la colocación de cebos envenenados con carbofurano y cloripirfos, dos productos estrictamente prohibidos.

Lo novedoso de la sentencia es que reconoce el derecho de la institución GREFA a una reparación económica en concepto de indemnización por la muerte del buitre negro, que había sido criado, anillado y liberado por sus expertos. La sentencia repara en los cuantiosos gastos que implica el proceso de crianza y seguimiento por GPS del ejemplar.

El buitre se llamaba Risco y, liberado en Madrid con su correspondiente GPS, se había desplazado hasta el Prepirineo; desde allí volvía para alimentarse a los cebaderos de carroña de la Comunidad de Madrid, en uno de los cuales ingirió la carroña envenenada que le causó la muerte.

Contra la España rural

La colocación de cebos envenenados es un ataque brutal contra la biodiversidad, y en consecuencia contra la existencia del hombre en la llamada "España abandonada". Destruir la naturaleza española y convertir sus recursos animales en un erial implica también el abandono del territorio por parte del hombre, que no ha sabido poner en valor las joyas de su naturaleza.

Está claro que el fomento de la ganadería y la agricultura extensiva es imprescindible para la sostenibilidad del entorno rural, pero no olvidemos los recursos turísticos y cinegéticos que no pueden abandonarse si queremos generar movimiento económico. Quienes envenenan el medio tratando de "mejorar" su particular coto de caza o su pequeña ganadería tiran piedras contra su propio tejado.

El envenenamiento que costó la vida de "Risco" y de los seis milanos reales se produjo tratando de proteger un pequeño gallinero. Es comprensible el enfado del propietario de las gallinas supuestamente amenazadas, pero no puede aceptarse la colocación de cebos tóxicos cuya cadena mortal consecuente podría terminar afectando al hombre.

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