Menú
Miguel del Pino

Hua Zui Ba

La hembra de Panda Gigante del Zoo Acuarium de Madrid sigue colaborando con la ciencia y la conservación de su especie.

La hembra de Panda Gigante del Zoo Acuarium de Madrid sigue colaborando con la ciencia y la conservación de su especie.
Hua Zui Ba con uno de sus cachorros | Efe

En estos tiempos de crispación y penurias, no solo debidas a la pandemia Covid, es bueno asomarse a la naturaleza para encontrar un poco de sosiego y optimismo. Es lo que hoy proponemos a los lectores de Libertad Digital.

Conmoción en el Zoo

De pronto el 12 de abril y de manera imprevisible, Hua Zui Ba, la Osa Panda del Zoo Acuarium de Madrid comenzó a mostrar cambios en su conducta; de normalmente tranquila y apacible pasó a ser inquieta, jugando y revolcándose por la hierba, trepando y emitiendo una serie de sonidos parecidos a los balidos de un herbívoro que sus cuidadores saben interpretar perfectamente. Hua Zui Ba parecía encontrarse en celo.

Es cierto que tal situación es común y cíclica en las hembras de todos los mamíferos alojados en el Zoológico, pero el celo del panda es muy especial, tanto que solo dura cuarenta y ocho horas, de manera que si se quiere conseguir la reproducción hay que movilizar inmediatamente todo el sistema de recursos humanos y técnicos necesarios para ello.

A pesar de contar con un macho, el llamado Bing Xing, no se puede esperar la coincidencia del celo en la pareja ni la fecundación natural; todos los centros de reproducción del Panda Gigante que existen en el mundo han comprobado que solo la inseminación artificial puede ofrecer garantías de éxito.

Por mucho que se pretenda tenerlo todo preparado, el celo, o al menos la apariencia de tenerlo de la hembra, se presenta tan de improviso que produce una verdadera revolución en los equipos técnicos y veterinarios; prepárense para esta colección de siglas de las instituciones intervinientes: “Laboratorio de Espermatología y Criopreservación de especies y razas amenazadas, Departamento de Reproducción Animal del INIA (Investigación y tecnología agraria y alimentaria), Departamento de Fisiología Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense, además de todo el personal científico, veterinario y cuidadores del propio Zoo Acuarium de Madrid.

Con la mayor rapidez posible hay que obtener el esperma fresco del macho e inseminar con el mismo a la osa panda; a partir de aquí solo cabe esperar con paciencia porque en caso de haberse conseguido la inseminación nos encontraremos con una gestación tan silenciosa como variable en cuanto a duración del proceso.

Una gestación extraña

Aun habiéndose producido la fecundación ovular, no es seguro que esta se desarrolle de manera inmediata: algunas hembras de panda retrasan la implantación o reabsorben el embrión en sus primeros momentos de desarrollo; de manera que si todo va bien, la duración del proceso hasta su llegada a término varía entre 58 y 158 días. Todo es extraño en esta criatura extraordinaria.

No es fácil esperar con tranquilidad sin saber si la osa panda ha quedado preñada o si alguno de los inconvenientes citados ha abortado la gestación: solo una ecografía permitiría comprobarlo, pero sería demasiado arriesgado dormir al animal o someterla a esfuerzos y sustos; la ecografía , si finalmente se recurre a hacerla, debe consistir en un juego, de manera que los cuidadores tendrán que acostumbrarla progresivamente a adoptar la posición necesaria hasta que la técnica se pueda desarrollar sin violencia alguna.

Hua Zui Ba ha sido ya madre de cinco crías, todas nacidas en el Zoo de Madrid; el traslado de las mismas una vez terminada su crianza al Centro Coordinador de la crianza de pandas ex-situ de la República China, localizado en Chengdu, siguiendo las bases del convenio con la misma que asegura que nuestra capital seguirá siendo en el futuro centro colaborador y por tanto seguirá teniendo entre sus pobladores miembros de esta extraordinaria especie.

En esta ocasión todo el equipo humano implicado en la ejecución de la técnica de inseminación artificial de Hua Zui Ba está formado por españoles. En el caso pionero del logro del nacimiento de Chu Lin, el primer panda madrileño, intervino en apoyo del equipo del Zoo, con el que tuve el honor de colaborar, el prestigioso Doctor Taylor y otras personalidades científicas del Zoológico londinense en el que se alojaba el macho empleado en la inseminación de Shao Shao, la hembra de la primera pareja que llegó a España a comienzos de los años ochenta como regalo de la República Popular China a los Reyes de España con ocasión de la primera visita de los mismos a aquel país.

Una especie en precario equilibrio

El Panda Gigante (Ailuropoda melanoleuca) hace vida solitaria en los bosques de bambú de dos provincias montañosas chinas. La dificultad del encuentro entre machos y hembras en el momento del brevísimo celo de la hembra es una de las causas de que la especie no alcance nunca un número de ejemplares suficiente que garantice su supervivencia.

Tampoco la especialización extrema es una buena estrategia para conseguir la estabilización poblacional, de manera que la dependencia alimentaria del Panda Gigante respecto del bambú ocasiona que su efectivos sufran fuertes descensos al menos una vez cada siglo.

Durante diez años cada cien las plantas del bosque de bambú de las montañas chinas pasan por periodos de floración en que se reproducen de manera más lenta de lo habitual, que es por multiplicación vegetativa. Disminuye la biomasa vegetal, los pandas pasan hambre y no todos sobreviven en este periodo.

Este precioso animal de fotogénica librea de diseño blanco y negro es una criatura excepcionalmente interesante para la Ciencia, pero también está dotada para despertar en los humanos sentimientos de ternura y admiración. No en vano el WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza) la ha elegido como imagen para los niños del mundo: es el perfecto oso de peluche con el que todos quisieran jugar y dormir.

Mucha suerte a todo el esforzado equipo de cuidadores e investigadores que trabajan con los Pandas Gigantes en el Zoo Acuarium de Madrid y a los que deseamos un éxito tan sonado como los seis anteriores obtenidos en los trabajos de reproducción de esta especie.

Temas

En Tecnociencia

    0
    comentarios