El domingo 7 de diciembre de 2008 es uno de los días por los que el Real Madrid no se debería de sentir en absoluto satisfecho. Todo empezó a las 9.15 de la mañana cuando, en la puerta del Palacio de Congresos donde se celebraba la Asamblea de Compromisarios, ya estaban completamente abarrotadas las gradas de público destinadas a los socios no compromisarios.
Muchos se quedaron fuera sin poder entrar por dos motivos: primero, por la presencia de los Ultra Sur para jalear al presidente e insultar a sus críticos como "Antimadridistas Hijos de Puta"; y, segundo, porque al parecer, según desveló La Cope, el Real Madrid había habilitado autobuses con socios y no socios de distintas partes de España a los que les invitaban a un bocadillo y a ver el partido del Real Madrid-Sevilla, pero siempre que acudieran primero a la Asamblea.
Varios socios compromisarios solicitaron que se realizara un listado de la totalidad de los compromisarios asistentes, para que no se "colara" ninguna persona que no tuviera que estar ahí. Pues bien, finalmente ni siquiera se escuchó esta propuesta.
La indignación fue creciendo cuando varios socios compromisarios se quisieron apuntar a las 9.30 horas en la lista de intervenciones y comprobaron que ya había más de 15 personas anotadas, aun cuando resultaba imposible que hubieran entrado antes que ellos. Al preguntar quiénes eran los que aparecían en el listado con una X a la izquierda, la respuesta fue que eran personas que todavía no habían llegado. Pero si no habían llegado, ¿cómo se habían apuntado?
Esto ayudaría a explicar por qué las 17 primeras intervenciones fueron favorables a las cuentas sin que nadie del público osara abrir la boca.
Tras el lógico discurso del presidente y del vicepresidente económico, comenzaron las intervenciones de los asistentes sobre las cuentas. Hubo casi 60, en las que se pudo comprobar que los compromisarios del Real Madrid no se habían creído, ni de lejos, las bondades de los resultados presentados, ya que se habían dado cuenta de que las cifras eran mucho peores que las del año 2006 y que se estaban posponiendo unos gastos mediante el nuevo sistema de amortizaciones de jugadores, que tendrá que pagar el presidente que entre en 2010.
Pero lo más bochornoso fue el recuento de los votos; todos los asistentes afirman que había más papeletas rojas que blancas, y que por tanto no pudieron salir 603 a favor, 442 en contra y 52 abstenciones. Fue imposible que las azafatas tuvieran tiempo para realizar el recuento en sólo un minuto.
El sistema que se utilizó para contar los sufragios resultaba únicamente válido para el supuesto de que hubiera un 90% a favor y un 10% en contra, pero no para los casos de empates técnicos. En estas situaciones, existe la posibilidad de articular el mecanismo de la urna que permite contar los votos sin margen de error.
Una grave irregularidad cometida por el secretario de la Asamblea fue que no indicó antes de dar los resultados cuál había sido el quórum de compromisarios que procedía al voto, por lo que la votación debería haber resultado nula.
Con todo, aquí no terminaron los despropósitos. Tras haber interrumpido el Sr. Serrano Alberca, secretario de la Asamblea, a los compromisarios críticos cada vez que opinaban en contra del presidente con el argumento de que allí sólo se debía hablar de cuentas, no se permitió a ningún socio salir a exponer sus argumentos sobre el siguiente punto del orden del día. Según reza el artículo 32 de los Estatutos del Real Madrid, esta irregularidad debería implicar también la impugnación de unos acuerdos sobre los que no se permitió el uso de la palabra a ningún compromisario.
Pero, en cambio, se procedió a votar esos puntos cuando más de la mitad de los compromisarios ya habían abandonado el hemiciclo ante el atropello sufrido. De este modo, el resultado de las votaciones fue 336 sufragios a favor, 135 en contra y 48 abstenciones.
Todo este disparate, unido a la retransmisión partidista realizada por Real Madrid Televisión (que sólo mostraba las partes favorables al presidente), se salvó gracias a que Rock and Gol sí permitió recibir íntegramente el sonido de la Asamblea más bochornosa de la historia del Real Madrid.
En resumen hay cuatro motivos de impugnación:
- El secretario no señaló el quórum de compromisarios que procedían al voto en cada uno de los acuerdos a debate.
- La mayoría de los puntos del orden del día no tuvieron dos turnos a favor, dos en contra y el de réplica, tal y como señala el artículo 32 de los Estatutos.
- El cómputo de los votos no fue fiable, ya que resultaba imposible que las azafatas tuvieran tiempo material para llevarlo a cabo.
- El presidente incumplió su obligación de dirigir el desarrollo de la Asamblea, al haber permitido la entrada a los Ultra Sur y haber impedido a los compromisarios hablar con libertad y sin coacciones e insultos.