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La esposa de Berlusconi vuelve al ataque

La esposa de Berlusconi vuelve a reprender a su marido

Verónica Lario, la esposa del líder conservador italiano, Silvio Berlusconi, vuelve al ataque y explica que no quiere ser siempre víctima de bromas y cotilleos, después de que exigiera públicamente excusas a su marido tras sus coqueteos con varias mujeres en una cena de gala. Lario, hasta ahora conocida por su discreción y por huir de los medios de comunicación, ha concedido una entrevista a la revista Diva y Donna, que saldrá el jueves en los quioscos y de la que este miércoles se ofrece un anticipo.

Berlusconi es "hoy un político pero no un primer ministro", dijo la ex actriz, y por eso le pareció "el momento oportuno para actuar y no ser siempre víctima de bromas y cotilleos poco edificantes". La decisión de Lario de acusar a su marido desde un periódico y exigirle una disculpa pública se debió, según ella misma cuenta, a que el ex primer ministro "no debe nunca faltarle al respeto". "Dicen que yo no he cometido nunca una falta de estilo que le pudiese perjudicar (a Berlusconi). Para mí y para mi familia he pedido lo mismo. Las cosas ocurridas últimamente -agregó- son sólo la punta del iceberg de una falta de estilo" por parte de su marido.

La mujer de "Il Cavalliere" sintió herida su dignidad por los coqueteos de Berlusconi durante una cena de gala en la que ella no estuvo, y de ahí su exigencia de recibir excusas públicas. Horas después de conocerse la carta que Lario le dirigió desde La Repubblica, el ex primer ministro envió una declaración a los medios, para pedirle perdón, en la que calificó su comportamiento y las palabras dichas en aquella cena como "ocurrencias dichas sin pensar" y "frivolidades de un momento".

En un país como Italia, donde "los trapos sucios" se suelen lavar en casa, el estallido público de Lario no ha sido demasiado bien visto y un 55 por ciento de los italianos, según una encuesta, desaprueba su decisión de recurrir a un diario para dirimir una disputa conyugal.

Un hospital para burros en Egipto

Pocos animales hay más sufridos en Egipto que los humildes burros, maltratados y despreciados, pero al menos cuentan con un hospital especializado en el que durante unas pocas semanas tienen derecho a trato de cinco estrellas.

Un asno herido o enfermo en el "Hospital Brooke" no sólo recibe un buen servicio veterinario, come, se baña y duerme en habitaciones especiales, sino que además tiene tiempo para hacer ejercicio y también amigos cuando sale a pasear en el patio grande del recinto.

Es decir, un burro en el "Brooke" es tratado de tal manera que muchos se niegan a abandonar la clínica cuando sus dueños van a recogerlos tras un periodo de cura que oscila entre una semana y un mes, explicó a Efe el director general del centro veterinario, Naser Hosni.

Y es que "casi todos los borricos sufren de malos tratos a manos de los carreteros, ellos mismos tratados con desprecio, mirados mal por la comunidad y perseguidos por la policía", agregó Hosni.

La mayoría de los burros ingresados en "Brooke" sufren de depresión y deshidratación, ya que sus dueños les hacen trabajar durante muchas horas a pleno sol sin darles agua, según el director del centro.

Además, presentan rasguños y moratones causados por los golpes que les dan los carreteros con palos para que se den prisa en su quehacer diario de trasladar montañas de verduras, frutas o basura.

Ante ese abuso de los animales trabajadores, desde que fuera fundado en 1934, "Brooke" nunca ha cerrado sus puertas a ningún borrico sufridor.

Mediante sus siete centros de atención veterinaria en otros tantos puntos del país, "Brooke" se dedica no sólo a aliviar gratuitamente los sufrimientos de los burros y los caballos (en menor medida), sino además a enseñar a sus propietarios cómo tratarlos.

El hospital, donde han sido tratados unos 263.000 burros desde su creación, cuenta con un equipo de 189 especialistas y 24 clínicas móviles que atienden a los animales las 24 horas del día en cualquier parte de Egipto.

Un hijo con seis posibles padres

Una joven italiana de la localidad alpina de Merano, en la provincia de Bolzano, ha solicitado la prueba de paternidad a seis varones del pueblo, entre ellas seis jugadores del equipo de fútbol local, para verificar quién de ellos es el padre del hijo que acabar de dar a luz informó esta semana un diario local. La joven, de la que no se ha dado a conocer su identidad ni su edad, trabaja como camarera en uno de los bares de la localidad y hace pocos días dio a luz un niño, sin declarar quién era el padre.

El diario local de Bolzano de lengua alemana, el "Tageszeitung", cuenta hoy como la chica "que no tenía una relación fija con nadie" decidió que era necesario que el padre supiese que había tenido un hijo. El problema era que no recordaba bien con quien podía haber concebido el hijo y pidió, a través de un abogado, que se realizasen las pruebas de paternidad a diez personas.

En la lista entregada por el abogado a las autoridades locales se encuentra medio equipo de fútbol - seis jugadores del club local -, así como dos concejales del ayuntamiento y un "conocido" empresario de la zona, según cuenta el diario.

El periódico explica además que en la localidad turística, conocida por sus termas y que cuenta con 35.000 habitantes, se ha creado gran expectación ante los resultados de los análisis y que incluso se aceptan apuestas sobre quien será el padre de la criatura.

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