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Pablo Molina

¿Qué sabes, Ábalos?

Tal vez ese conocimiento adquirido en la desapacible noche de Barajas es tu blindaje para no dimitir.

Tal vez ese conocimiento adquirido en la desapacible noche de Barajas es tu blindaje para no dimitir.
EFE

Pocas veces hemos visto a un político enredarse en sus mentiras y hacer un ridículo tan espantoso como a José Luis Ábalos con su sigilosa expedición nocturna al aeropuerto de Barajas para saludar a un viejo amigo. Un amigo del alma que, casualmente, viajaba en el mismo avión con una señora señalada por la Unión Europea por violar gravemente los derechos humanos en Venezuela y, en consecuencia, proscrita en territorio europeo.

El ministro de Transportes ha tratado de lanzar una cortina de humo con sus disquisiciones sobre si Delcy Rodríguez pisó o no suelo español, pero lo cierto es que se trata de un falso debate que la UE se cuidó de impedir con la Decisión del Consejo 2017/2024, de una claridad impropia para la burocracia de Bruselas. Así reza su artículo 6.1 (las negritas son mías):

Los Estados miembros adoptarán las medidas necesarias para impedir que entren en su territorio o transiten por él: a) las personas físicas responsables de violaciones o abusos graves de los derechos humanos o de la represión de la sociedad civil y la oposición democrática en Venezuela.

Y para que no queden dudas sobre el alcance personal de esta prohibición, el documento incluye un anexo inicial de 25 autoridades venezolanas (en la actualidad son medio centenar), entre las que brilla con luz propia la susodicha Delcy Eloína Rodríguez Gómez, a quien Ábalos estuvo saludando en su avión durante 25 largos minutos.

Así pues, no es solo que la dirigente chavista tuviera prohibida su entrada a España; es que tampoco podía transitar por nuestro país, como hizo con toda la tranquilidad tras "saludar" al número dos del PSOE durante casi media hora.

¿Qué te contó, Ábalos? ¿Qué sabes, José Luis? Porque 25 minutos con la número dos de Maduro, siendo ministro de un Gobierno que incluye a asesores del chavismo durante los años más duros del régimen, dan para mucho. Tal vez ese conocimiento adquirido en la desapacible noche de Barajas es tu blindaje para no dimitir, a pesar de que tu situación es insostenible incluso para un ministro de Sánchez.

Decir lo que pasó realmente esa noche es lo único que podría paliar las consecuencias de un serio incidente internacional. Pero, tranquilo, ya hablarás.

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