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Pablo Montesinos

Bauzá y Pablo Casado: fiesta 'liberal'

Un militante, un voto, la fórmula que tanto miedo da a las esferas nacionales se hacía realidad con Bauzá.

Estimada Ketty:

Me cae bien José Ramón Bauzá. Y te explico. Nuestros inicios no fueron fáciles. El actual presidente de Baleares es de la nueva remesa de barones del PP, con el plus de que en esta comunidad la regeneración se hacía más apremiante que nunca tras el caso Matas, que involucró a buena parte del partido. En septiembre de 2009, Rosa Estarás dimite y la presidencia recae en sus manos con el plácet de Mariano Rajoy.

En esta operación, pese a estar avalada por Génova, las bases no hablan y Carlos Delgado, por entonces alcalde de Calviá -el principal municipio tras Palma- se queja y reclama democracia interna. Encima de la mesa, el tan espinoso asunto de la política lingüística, en un ambiente de marejada general dentro del Partido Popular. Pero él dice que no, que él así no quiere ser presidente, que quiere unas elecciones internas.

En Madrid casi da la risa, y se opusieron de inmediato. Recuerdo con total nitidez como los portavoces autorizados negaron públicamente tal posibilidad. Delgado se temía también lo peor, y yo critiqué la posibilidad de un líder del PP balear puesto a dedo. Pero Bauzá no quería que ese fuera el mantra de su mandato y dio un puñetazo en la mesa: en marzo de 2010 se celebraron los comicios, los primeros en el partido.

Un militante, un voto, la fórmula que tanto miedo da a las esferas nacionales se hacía realidad. Yo estuve en esa convención, que exceptuando a Libertad Digital y a La Gaceta (me acompañó Elena Marín) pocos hicieron caso a nivel nacional, pero que abría ni más ni menos que la puerta a la democracia interna del PP. Entonces conocía a Bauzá, y me dijo que iba a cumplir, pese a lo que de él se decía. Ganó de forma arrolladora a un Delgado que reconoció su derrota y se puso a trabajar codo con codo con él.

Pese a todo, yo aún tenía reservas: ¿qué pasaría con la lengua? El hoy presidente pero ayer cuestionable barón no lo dudó y aceptó una entrevista con nuestro periódico. Y en ella hizo una declaración de intenciones que marcó un antes y un después y que hoy cumple ya en el Gobierno: "Prometo una libertad lingüística absoluta si soy presidente, el catalán dejará de ser un requisito", zanjó, ante las cámaras de LDTV, a sabiendas de la exigencia de quienes ven, escuchan y leen nuestro grupo.

Hecha esta larga introducción, pero espero que didáctica, te cuento que hoy nos tomamos un café con el susodicho. Y ya te contesto a tu pregunta de ayer sobre la charleta con Rajoy: sí, fueron tres minutos justos en plena calle en Melilla, pero lo cierto es que bastaron para constatar cómo se siente el líder. Euforia templada, satisfacción por el debate y velocidad de crucero hasta las elecciones generales. Pero vuelvo con Bauzá, que hoy es mi prota.

Y es que empiezo a creer que quiere una foto en nuestra casa mediática junto a la de los jefazos. ¿El motivo? que además de cumplir con la lengua, es liberal de los de verdad. "No se puede ser de otra forma", contesta. En los pocos meses que lleva gobernando, ya ha cortado el grifo a los sindicatos, ha acabado con las duplicidades y se ha puesto en manos de la iniciativa privada para salvar los recursos básicos, en cuarentena por una herencia envenenada. Vamos, que ni en Libre Mercado ponen un pero a su gestión, y ya es decir conociendo a los de Manuel Llamas...

"Baleares, tierra liberal", iba a ser el título de mi carta. Pero entonces me susurran: "Ha estado aquí Pablo Casado". ¡El remate! Casado es en el papel número dos por Ávila al Congreso de los Diputados y en la práctica muchísimo más. Ojito derecho de Esperanza Aguirre e izquierdo de José María Aznar, su liberalismo nadie lo pone en duda, menos aún a tenor de sus tutores.

"Nosotros somos indignados por la educación patética que hemos recibido gracias a Rubalcaba, somos indignados porque no tenemos trabajo, y somos indignados porque no podemos emanciparnos y no tenemos posibilidad de adquirir una hipoteca", dijo Casado en un acto ante más de un centenar de jóvenes. Y todos los titulares, de esta guisa. Toda una fiesta liberal, y no será la única. "Que viene también tu referente", me descubre Bauzá. Claro que me tuvo que especificar un poco más: "Aznar, que viene Aznar". La fiesta completa.

Y mientras, el paseo militar de Mariano continúa. Aquí seguimos a los futuros ministros. ¡Tengo una nueva quiniela! Ya te contaré... En Inca, nuevo baño de multitudes y mismo discurso. También habló Bauzá, liberal, liberal.... cómo Rajoy haga la mitad de la mitad que él está acometiendo, yo ya estaría contento.

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