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Pablo Montesinos

Yo me sé dos ministros

En cada región, nuevos nombres a añadir a la quiniela, a la que también sumar independientes, expertos económicos y, si me apuras, hasta tu panadero de la esquina

Ni la abrupta entrada de los mercados en la campaña electoral hace que los dirigentes populares dejen de hacer sus apuestas sobre quienes conformarán el futuro Consejo de Ministros. En estos días en los que saltamos de comunidad en comunidad, los flamantes barones del PP entonan el qué hay de lo mío en forma de cupo ministerial. Y es que, aunque Mariano siempre dice que va a escoger "a los mejores", tendrá que picar de aquí y de allí para dejar a todos contentos.

En uno de esos encuentros con copa de vino y canapé en la mano, uno de esos presidentes autonómicos dijo como si tal cosa: "Yo sé el nombre de dos ministros, y no son gallegos". A lo que un compañero añadió: Soraya y Gallardón. De su mueca posterior se podría desprender tanto que había dado en el blanco, como lo contrario. O, aún mejor, que esos dos sí que estarán pero que no son los elegidos cuyos nombres no dudó en guardar con recelo, pese a alimentar los rumores.

En cada región, nuevos nombres a añadir a la quiniela, a la que también sumar independientes, expertos económicos y, si me apuras, hasta tu panadero de la esquina, que bien sabe más de economía que unos cuantos que yo me sé. Porque, aunque no lo creas, eso es lo que vino a decirnos Rajoy en nuestro encuentro; que caben todos -los mejores, claro-, tantos que incluso podría captar a una vieja gloria de otro partido... no dijo siglas, nos fuera a dar alguna pista en su calculado juego con la prensa.

Mariano no desvela, más bien alimenta los rumores. En cada sitio que visita engrandece las virtudes de alguien: De Diego, Barreda, Pastor, Soria, Sánchez Camacho, Valcárcel... Y, claro, de inmediato caen en el saco de ministrables. Y si no entran al principio, ya están los segunda fila para advertirte: "Que ha citado a mi jefe".

Por cierto, me acaba de asaltar una duda: ¿Y en el PSOE no hablan de ministros? De verdad que no es para reírme de los tuyos, pero entiendo que un candidato a presidente de la Nación, aún con augurios tan desastrosos como los que Rubalcaba tiene, tendrá algún equipo en la sombra. ¿Será Felipe ministro? ¿Tal vez Guerra? ¿No hay ni una sola quiniela?

Esperando respuesta regreso a mi caravana y su velocidad de crucero. A penas hay sobresaltos, con permiso de los indignados vestidos de oso panda y pollo. Eso sí, ni tan siquiera se pueden acercar al jefe, porque ahí están sus orgullosos simpatizantes, banderola en mano por si hiciera falta. Quién diga que un mitin no es emocionante, miente... ¿no crees?

En fin, que ya nos queda menos y nuestras cartas de amor pronto desaparecerán, en lo público. Yo ya le estoy dando vueltas a la última, la de esa noche electoral en la que los populares tocarán con los dedos sus nuevos despachos mientras los tuyos afilarán los cuchillos, si es que no han empezado.

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