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Pablo Planas

Homs, retrato del padrino del proceso catalán

Se jacta de que sus hijas no entienden el castellano porque tiene prohibidas las televisiones españolas en casa.

Se jacta de que sus hijas no entienden el castellano porque tiene prohibidas las televisiones españolas en casa.

La última vez que Francesc Homs pisó las instalaciones de TV3, no hará ni dos semanas, un grupo de periodistas en acto de protesta por cosas de su convenio le despidió con la música de El Padrino. Colgaron el vídeo en YouTube y la escena final, con Homs y sus dos guardaespaldas abandonando los estudios, provoca un escalofrío mucho más profundo que cualquier perversión visual de Coppola y Scorsese. La canción de Nino Rota combinada con el plano trasero de Homs contiene los dos últimos años de la política catalana y da más miedo que Joe Pesci nervioso en Uno de los nuestros.

Homs carece de enemigos políticos que tengan el valor de admitirlo en público, pues, ya sea por casualidad, coincidencia, azares de la vida, cambios de oficio o imputaciones judiciales, todos los obstáculos que se interponían entre su proverbial incompetencia y sus amplias ambiciones han ido desapareciendo; poco a poco, pero sin pausa. Homs forma parte del núcleo duro de Convergència que sustentó a Mas durante la larga travesía del tripartito. En sus primeros tiempos eran conocidos como "el pinyol" (el hueso) y también como los talibanes. Allí estaban David Madí, Francesc Gordó, Felip Puig, Oriol Pujol, el hijísimo, y aquel opaco muchacho de Vic que durante la primera legislatura de Mas no servía para consejero, de modo que se le hizo secretario de Presidencia, Homs, Quico Homs.

Madí fue el primero en caer. Se fue al sector privado dos minutos antes de que CiU reconquistara el poder. Era la mano derecha de Mas y dicen que el más listo de todos. La consultora en la que trabaja factura con la Generalidad. El president optó entonces por encomendarse a Oriol Pujol, pero las salpicaduras del sector negocios pronto le procuraron la etiqueta de imputado por soborno en el caso ITV. Desactivado Pujol, a Mas le quedaban Gordó y Puig, pero entre una cosa y otra y con las elecciones anticipadas de por medio, Homs ya los había desactivado.

En menos de dos años había pasado de secretario a consejero de Presidencia y portavoz. Es decir, que de él dependen las subvenciones, los medios de comunicación, la acción exterior y los deportes. Ni Gordó (Justicia) ni Puig (primero Interior y ahora Industria) han podido hacer nada ante el poder conseguido por Homs a base de parecer el más comprometido, el más persistente, el más entregado y el más ortodoxo defensor de Mas, que lo escogió como sumo consiglieri precisamente porque en aquel tiempo Quico no proyectaba ni su propia sombra. Ahora, Homs dirige TV3, el CAC, el CATN (Consell Assesor per a la Transició Nacional) y las embajadas, así como las cajas de resistencia destinadas a la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural. Y en las sedes de todas estas siglas ha dejado su sello de hombre facundo, jovial pero poco amigo de las bromas que no se le hayan ocurrido antes a él.

Hace unos pocos meses unos empresarios catalanes de origen gallego montaron una cena con premios en Barcelona. La estrella invitada era la ministra de Fomento, Ana Pastor, a la sazón gallega. Todo estaba montado como en una boda, con tarjetas con los nombres de los comensales en los lugares asignados. A la derecha de Pastor, máxima autoridad, figuraba el presidente de la entidad catalano-galleguista. A la izquierda, la delegada del Gobierrno de España, María de los Llanos de Luna. A todas estas, la delegada se entretiene con uno de los invitados y cuando se dirige a su sitio se encuentra con que allí estaba sentado Homs, con su flamante tarjeta frente al plato y que que por nada del mundo se quería perder la oportunidad de perorar al lado de una ministra tan cercana a Rajoy. Como quien no quiere la cosa, alguien había recurrido al viejo método de cambiar las tarjetas de sitio.

Homs es la clase de tipo que hace ese tipo de cosas. Así se entiende mejor la anécdota más conocida de Homs, quien según es público y notorio se jacta de que sus hijas no entienden el castellano porque tiene prohibidas las televisiones españolas en casa. Y así es el timonel del proceso catalán. "Estoy sintiendo tu perfume embriagador...".

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