El primer partido de los play-off de Toronto Raptors ha sido el paradigma de la temporada de Calderón: pocos minutos aprovechados al máximo. Contra los Nets firmó, en nueve minutos de juego, 13 puntos y 8 asistencias. El base extremeño, salvo un puñado de partidos, ha tenido que conformarse con mejorar todos los apartados de sus estadísticas respecto al año pasado, y ello pese a jugar menos minutos.
La temporada de Calderón ha motivado que sea seguido por varias franquicias en busca de timonel para sus equipos. En caso de que a los despachos de Toronto llegue alguna oferta apetecible y de que se le pida su parecer a Calderón (el sistema de traspasos de la NBA permite a los clubes no contar con la opinión del jugador), llegaría el momento de tomar una decisión difícil: seguir en Toronto a la sombra de T. J. Ford o luchar por volver a hacerse un hueco en otro equipo. Pero, como decimos, la decisión le vendrá ya dada.
El problema de Calderón, de cara a asaltar el próximo año la posición de base titular en su actual equipo, es que la temporada del equipo canadiense le ha dado la razón a su entrenador, Sam Mitchell: tercer equipo de la Conferencia Este, líderes de división, récord de 47 victorias cuando el año pasado sólo llegaron a las 27, clasificados para las eliminatorias por el título después de cinco años...
Por contra, el año de Sergio Rodríguez ha estado plagado de claroscuros. El base de Portland ha tenido rachas de partidos en las que no ha hecho nada más que calentar el banquillo y, por contra, encuentros en los que ha podido jugar minutos de calidad. Además, ha sido una verdadera máquina de asistir, manteniéndose arriba en las estadísticas de asistencias por minutos de juego durante todo el año.
Hay que tener en cuenta que Sergio empezó la temporada como tercer base y fue objeto de las críticas de su entrenador, que no se cortó ni un pelo y se escudó tras la presunta inexperiencia de un jugador de diecinueve años para justificar la pérdida de algún partido. Pese a las dificultades de su año como novato y a ser uno de los jugadores más jóvenes de la liga (los jugadores de su edad juegan el segundo año en la universidad y tienen otro par de años por delante para poder dar el salto a la NBA), el base canario ha acabado disfrutando de más minutos y siendo el segundo base de los Blazers.
Los dos bases NBA serán, con el permiso de Pepu Hernández, dos de los directores del juego español en el próximo Eurobasket. Para el otro puesto, a Cabezas (hay rumores que ya le sitúan también en la NBA el año que viene) le ha surgido este año la competencia de Raül López, que está realizando un año extraordinario. En todo caso, parece que el puesto de base lo tenemos bien cubierto.
