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Pedro de Tena

Los hilos de la tela de araña que aún quedan por desentrañar

El auto del juez Martín no es más que un hilo de esta tela de araña, el hilo de las subvenciones. Pero hay otros hilos que están por desentrañar

Desde 1979 y hasta el momento, el PSOE de Andalucía, en vez de desarrollar una sociedad próspera, democrática, plural, crítica y abierta, ha tejido una espesa tela de araña de personas e intereses que le ha conducido a ocupar la mayoría de los espacios activos y vitales de la sociedad. Ha ocurrido en Andalucía y donde el PSOE ha disfrutado de largo tiempo de poder continuado. Otros partidos parecen haber hecho algo parecido en otras zonas de España, lo cual convierte lo ocurrido en Andalucía en reflexión común para una reforma de la forma de hacerse política en esta Nación.

La peculiar idea de una "democracia", a la que siempre se calificó de "burguesa" o "formal" desde el socialismo, ha llevado al PSOE a tratar de ampliar sus mecanismos de poder usando de forma sectaria el dinero público antes que a gobernar sirviendo a los intereses generales.

Pero seamos precisos. Lo que se procesa en Andalucía mediante el auto del juez Martín no es más que un hilo de esta tela de araña, el hilo de las subvenciones. Pero hay otros muchos hilos que están por desentrañar, condición necesaria para que las reformas que necesitan Andalucía y España conduzcan a más democracia y a más limpieza y no a más extremismo y menos libertades.

Los demás hilos de esta espesa tela son los siguientes, y ya fueron expuestos por sus autores en el libro La Tela de Araña Andaluza: el poder de un régimen, que fue ofrecido a sus lectores por Libertad Digital hace cinco años:

a) El intento de ocupación de la Administración Autonómica andaluza desde sus inicios. Pese a haber tenido la oportunidad de dar origen a una administración ex novo, el PSOE ha procurado, no gestar y dirigir una administración políticamente neutral y profesionalmente excelente, sino de penetrarla ideológica y partidistamente de modo que cualquier gobierno de distinto signo político tendrá muy difícil gobernar con ella.

b) La ocupación de las Diputaciones y Ayuntamientos mediante diferentes métodos pero todos ellos encaminados a apuntalar la presencia partidista del PSOE en su seno y, naturalmente, orientado a fortalecer su presencia en los municipios mediante condicionamientos varios.

c) La ocupación del poder económico-financiero que constituyeron las Cajas de Ahorros desde el principio mismo de su llegada al poder, incluso en la fase preautonómica, y el uso de los dineros de los impositores para auxilio y apoyo de las políticas socialistas y, cuando ha sido necesario, para financiación irregular del PSOE.

d) La inundación de sociedades mercantiles formadas por personas pertenecientes al Partido Socialista, su cada vez más frecuente presencia en las grandes empresas privadas andaluzas y el impulso de empresarios afines mediante el dinero público.

e) La presencia exclusiva y excluyente en el entramado de las empresas públicas andaluzas que funcionan más como empresas socialistas que como empresas públicas.

f) La utilización sectaria y partidista de las subvenciones y adjudicaciones como método de condicionamiento de las asociaciones y empresas de todo tipo.

g) La ocupación dirigida de la acción de los sindicatos que derivan desde su tradicional papel de "correa de transmisión" de las directrices políticas entre los trabajadores a meras "correa de sujeción" mediante el riego del dinero público. Igualmente, de los empresarios.

h) La ocupación de la "comunicación" en Andalucía mediante la manipulación sistemática de los medios públicos de comunicación, las concesiones administrativas, el apoyo a los medios afines y la anulación de los discrepantes.

j) El uso partidista de las instituciones y organismos, desde la educación a la sanidad, desde las ONG's a la economía social, resultado de la perversión de la idea democrática de "mayoría".

k) El tráfico de coincidencias y la corrupción: la presencia de clanes y familias que coinciden en importantes puestos de la Administración Pública como síntoma y evidencia de la "tela de araña" y su afloramiento en sucesivos casos de corrupción.

No es sólo el PSOE el partido que admite estas prácticas en toda España. Ya hemos visto algunas de ellas inscritas en determinadas conductas del Partido Popular. Igualmente, Podemos ha dado muestra de que están en el corazón de la casta, no contra ella ni fuera de ella. Ciudadanos, con su apoyo, ha permitido la continuidad de un régimen como el andaluz.

Mucho hay que reflexionar sobre la España que precisa, indudablemente, una gran reforma democrática donde comportamientos como los descritos en el auto del juez Martín y otros por desvelar, sean imposibles política y judicialmente y sean reprobables socialmente. El futuro de España no puede ser lo que ha sido, sino algo más noble, más libre y más común.

En España

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