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Pedro de Tena

¡Páguese la luz! Y el silencio se hizo. Sobre todo, en el PSOE andaluz

Las primarias del PSOE andaluz no presentan los caracteres de un gran espectáculo político sino, más bien, de un entremés o un esperpento.

Las primarias del PSOE andaluz no presentan los caracteres de un gran espectáculo político sino, más bien, de un entremés o un esperpento.
EFE

Goethe se hubiera muerto sin decir "¡Luz, más luz!", como afirmó su médico Vogel, de haber vivido ahora y haber sabido lo que su servicio podría llegar a costarle. Sobre todo si hubiera decidido veranear en España como muchos de sus compatriotas. Alguien puede pensar que toda la culpa es de Pedro Sánchez. Y la tiene, pero el recibo de la luz, como el del gas natural, no para de subir desde hace 15 años. Lejos de mi propósito dar una lección magistral sobre el porqué, el cómo y el cuánto de esta implacable subida que no podemos impedir – todos estamos sujetos a contratos de adhesión con las compañías eléctricas cómplices de los gobiernos -, porque ni lo sé ni tengo por qué saberlo. Lo que sé es que he tenido que reprogramar mis equipos domésticos con el fin de que empiecen a trabajar a partir de las 12 de la noche y hasta las 8 de la mañana para pagar, algo, no mucho menos el kilovatio/hora.

Tampoco voy a comentar el cinismo oportunista de esa señora que se ha atrevido a insultar la inteligencia de los ciudadanos españoles al considerar que lo importante no es cuánto cuesta planchar sino quién plancha. Intentar desviar el debate sobre una subida monstruosa de la electricidad con la cuña artificial de un feminismo cada vez más estrafalario es de una insuficiencia intelectual que empieza a dar miedo si no diera al mismo tiempo risa floja.

No, no. Lo que quiero poner de manifiesto es el silencio de las elecciones primarias del PSOE andaluz sobre la luz y sobre todos los problemas relevantes de Andalucía, desde el déficit histórico en prosperidad y bienestar a la corrupción que no cesa, desde el enanismo enfermizo de la sociedad civil a la ausencia de la necesaria pluralidad en los canales de información, de la carga fiscal provocada por un administración paralela sectaria a la subvención de chiringuitos o los privilegios de gobiernos como el vasco o el catalán en favores y dinero, por hacer punto y seguido aquí.

Me ha venido la cosa por la indignación que me ha producido que Queipo de Llano, el general que tomó Sevilla "la roja" en un pispás sin resistencia republicana alguna, como pasó en Málaga al año siguiente, se haya hecho presente en la campaña. Ahora uno de los principales problemas de los andaluces de 2021 es que el general, escasamente franquista por cierto, salga de su tumba en la Basílica de la Macarena.

Si a eso le unen que la candidata wonderful Susana Díaz, que ha sido presidenta de la Junta desde 2013 a 2018 y que ocupó anteriormente numerosos altos cargos en el PSOE andaluz, propague que Ferraz no la quiere porque es mujer o que Juan Espadas acentúe en su campaña que él no es candidato de Pedro Sánchez, algo que hace que resuenen las carcajadas desde Alcalá de los Gazules a Linares y desde la Giralda a la Alcazaba de Almería, mientras el delegado del gobierno en Andalucía, un fan del cum fraude, no para de defenderlo, debe ser de vergüenza ajena incluso para la cada vez más desanimada y reducida militancia socialista.

Se sabía ya en 2018 que la afiliación socialista se había despeñado desde los 600.000 que constaban en el PSOE nacional en 2004, exageraciones y mentiras aparte, a los 200.000 de 2018. Dado que Andalucía siempre ha contado con una cuarta parte del peso militante en España, se supone que hace 17 años debía tener unas 150.000 fichas, pero, en realidad, en estas primarias que acabarán el próximo 13 de junio, se ha sabido que el número real de carnés socialistas censados sólo asciende a 46.577, lo que da una idea del barranco por el que algunos aficionados pretenden tirarse. Es más, dado que Hacienda sólo certifica que entre todos los partidos políticos sólo pagan cuotas 287.975 personas habría que ver, algo que no quiere facilitar el PSOE ni el nacional ni el andaluz, cuántos son en realidad los afiliados que cotizan.

Viene todo esto a cuento de que las primarias del PSOE andaluz, importantes para el futuro del PSOE porque una catástrofe a la murciana o a la madrileña sería fatal para Pedro Sánchez y sus levantiscos pretorianos, no presenta los caracteres de un gran espectáculo político sino, más bien, de un entremés o un esperpento. Ni los actores principales hablan de los indultos a los golpistas, ni del recibo de la luz ni del acercamiento de los presos de ETA contra la memoria de Enrique Múgica ni de Ceuta ni de Marruecos, ni de una Andalucía próspera y con trato igual que las demás regiones, ni de nada.

O sea, que pagaremos la luz como impone el PSOE y sus amigas eléctricas y meditaremos si callarnos o no, porque esto ya no hay quien lo aguante. Si además hay que sufrir una segunda vuelta, nada menos que hasta el 20 de junio, a-pagaremos la luz, y todo lo demás, y nos largaremos.

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