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Pedro de Tena

Semblanza de 'el Lobo' trazada por dos ¿corderos?

El Lobo se ha hecho más que famoso tras el escaparate del congreso del PP andaluz, del "vuela libre" de Díaz Ayuso y del libro de Álvarez de Toledo.

El Lobo se ha hecho más que famoso tras el escaparate del congreso del PP andaluz, del "vuela libre" de Díaz Ayuso y del libro de Álvarez de Toledo.
Fran Hervías, congreso PP andaluz 20-11-2021 | EFE

La verdad, estoy perplejo. Sabido es que el Lobo, que ya en España todo el mundo sabe quién y para quién trabaja, es un alias que mi admirado Juan Carlos Girauta le endiñó al susodicho. Se ha contado con mala baba que se inspiró para ello en el personaje de el Señor Lobo, de Pulp Fiction, de Tarantino, que se presentaba diciendo: "Hola, soy el señor Lobo. Soluciono problemas", (a los gánsteres).

Ahora, el Lobo se ha hecho más que famoso tras el escaparate del congreso del PP andaluz, del "vuela libre" de Isabel Díaz Ayuso y del libro de Cayetana Álvarez de Toledo. Pero ¿es un lobo feroz como el del cuento o un lobito bueno al que maltratan todos los corderos? ¿Quiere que Ciudadanos muera en el PP o que el PP reviva en el Ciudadanos original? ¿O lo que quiere es lo de siempre, poder y mamandurria?

Uno de los dos "corderos" que vamos a considerar es el propio Girauta, un admirador de su capacidad para llegar a fines sin reparar en la virtud de los medios. Para él, "no hay otro hombre en España capaz de lograr lo que Fran Hervías, dotar de implantación territorial efectiva a un partido político en todo el territorio nacional", como hizo con el Ciudadanos de Albert Rivera. Y, añade: "Él solito. En un país de medio millón de kilómetros cuadrados". Esto es, que su lealtad hacia el Lobo reside en su eficacia, algo diferente a la eficiencia. Eficaz es quien logra hacer una cosa que se ha propuesto. Eficiente es quien lo consigue, pero de la mejor manera.

Eso lo dijo Juan Carlos Girauta en 2019, tras el hundimiento electoral de Ciudadanos, que supuso que él mismo, junto con otros como José Manuel Villegas o el propio Lobo, se quedaran sin escaño en el Congreso. Después de aquello, sabido es que Villegas y Fran Hervías, el nombre detrás del mote, rolaron hacia el PP. ¿Le sigue siendo leal? Creo que sí y ahora más.

Frente a esta admiración que rezuma Girauta, está la versión que da de él otro de los fundadores de Ciudadanos, Xavier Pericay, que está en la foto con Boadella, Espadas, de Carreras, de Azúa, Ovejero y los demás. No sabía que lo había caracterizado tan detalladamente hasta que leí a Santiago González en El Mundo. Así que compré su libro ¡Vamos! Una temporada en política (2020).

"En la mente de quienes la idearon (la estructura organizativa de Ciudadanos) –Villegas y Hervías, notoriamente, pero con la aquiescencia de Albert, sin duda alguna y acaso de algún miembro más del sanedrín– primaba el convencimiento de que, sin un control férreo del aparato, el partido se convertiría más pronto que tarde en un guirigay, cuando no en una pelea de gallos –y en Ciudadanos no cabía ni podía caber más que un gallo, sobra añadirlo–," describe. O sea, más de lo mismo.

Más preciso todavía: "De ahí que ciertas conversaciones entre compañeros de partido fuesen grabadas de modo subrepticio y luego salieran a la luz. De ahí, en fin, que las denuncias, los insultos y las amenazas fueran pasto de la prensa y proyectaran sobre el partido naciente y venido a regenerar la vida política española una imagen en modo alguno favorable. Ese tipo de conflictos los había ido resolviendo Fran Hervías, el secretario de Organización, a su manera. O sea, por la brava, cortando cabezas y cuanto se terciase. Que el resultado fuera a menudo la devastación del partido en un determinado enclave, no le preocupaba lo más mínimo. Como el monte después de un incendio, ya volvería a crecer. Lo importante era cortar por lo sano y acabar con la toxicidad –por ceñirme a la jerga en boga en el partido–. Por supuesto, sólo Hervías estaba facultado para decidir quién era tóxico y quién no. Del mismo modo que sólo él sabía a quién convenía aupar a un cargo de responsabilidad y a quién no".

Y en relación con Cayetana Álvarez de Toledo, ¿por qué a ésta no se le ofreció entrar en Ciudadanos? Apunta Pericay:

"La respuesta la ofreció un día el inefable secretario de Organización (el Lobo): Porque podría convertirse en una amenaza para Albert". Esto es, en un verso libre, indomeñable, y con una capacidad de liderazgo sólo comparable a la de Inés –de cuya fiel devoción a Albert, no hace falta indicarlo, ni siquiera una mente retorcida como la de Hervías llegaba a dudar–. Por otra parte, Cayetana poseía otra tara, a ojos del secretario de Organización. Cayetana leía. Y no sólo leía, ¡también escribía! Algo incompatible con la cultura de partido que él propugnaba. El pensamiento, a su juicio, constituía un peligro, en la medida en que era una bomba de relojería susceptible de estallar en cualquier momento y causar importantes estragos. En consonancia con ello, Hervías se jactaba de no leer libros. De ahí que a la hora de rodearse de acólitos su predilección recayera en los culturalmente yermos, o sea, en los bien llamados hervívoros, en tanto en cuanto no comen carne de libro." (El párrafo lo acoge la propia Cayetana en su libro Políticamente indeseable).

Lo dicho. Estoy perplejo. España se nos muere. Hasta Escohotado, otro verso libre, se muere. Qué mazazo. Mientras tanto, seguimos sin saber qué hacer, y cómo hacerlo, para que la democracia patriótica y ética no sea destruida ni la memoria "democrática " nos instale su chip prodigioso para olvidar la verdad histórica. Palabra de amnistiado en 1976.

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