La salida de Roberto Dañino de la Presidencia del Consejo de Ministros y de Pedro Pablo Kuczynski del Ministerio de Economía y Finanzas, para darle un viraje más político al régimen, anuncia una sola cosa: populismo con motor fuera de borda. El primer impacto de la crisis ministerial provocó una baja de los valores peruanos en los mercados locales y externos. En Lima, el precio del dólar se disparó y los bonos Brady cayeron en Nueva York.
Los analistas económicos han sugerido que el flamante titular de Economía, Javier Silva Ruete, debe ganarse la confianza de los inversores extranjeros, pero su trayectoria heterodoxa, hace sospechar todo lo contrario. Por lo pronto, el flamante premier, Luis Solari, del partido de Alejandro Toledo, ya adelantó que las privatizaciones se van a suspender, como consecuencia de las protestas populares. Recién ahora el perfil populista del toledismo se exhibe con nitidez. Los barnices liberales que descollaban en el anterior gabinete han desaparecido por completo. Por lo tanto, con el congelamiento de las privatizaciones puede adivinarse la paralización de otras reformas liberalizadoras, así como la aparición de políticas intervencionistas, que alienten el gasto público.
Mientras que en Chile, al sur del Perú, se mantiene una política agresiva de concesiones y privatizaciones (ahora van a concesionar hasta las cárceles), adelantándose al futuro, Alejandro Toledo ha optado por el sendero de la izquierda para su gobierno, con lo que se frenará el desarrollo y retrocederemos unos 20 años. No sé si lo que vive el Perú se debe únicamente a la incompetencia y falta de liderazgo de Toledo, o quizás al retorno de paradojas autodestructivas en la región, al regreso del rancio y nefasto populismo que, como ha dicho Mario Vargas Llosa, con su demagogia patriotera y su exacerbación histérica contra la economía de mercado, las empresas privadas, las inversiones, y, sobre todo, el satanizado neoliberalismo, viene recuperando un derecho de ciudad en los países en los que se creía desaparecido después de haberlos arruinado. Como sea, las noticias no son alentadoras en el Perú.
© AIPE
Pedro Salinas es corresponsal de la agencia AIPE.
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