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Desinformación progresista

Los móviles provocan náuseas

por Peter Turner

Los móviles 3G producen hormigueos, dolores de cabeza, náuseas ...
¿Recuerdan la noticia de Reuters, según publicó El Mundo, sobre lo que un portavoz del ministerio de Economía de Holanda dijo sobre UMTS?: en "[e]l grupo [de personas] que estuvo expuesto a las estaciones base de tercera generación se detectó un impacto significativo (...). Experimentaron sensaciones de hormigueo, dolores de cabeza y nauseas [sic]".
Para empezar, está el error que supone decir que los móviles causan tales efectos (según el titular), cuando el propio texto dice, casi al final, que "en el presente estudio no se examinó la emisión de los aparatos, sino la de las estaciones base", es decir, torres y casetas nada móviles. Aunque estos errores no nos extrañan en El Mundo Salud. Pero hemos tenido suerte, y por ello traemos a colación aquella noticia de hace un año: nos acabamos de enterar de que, en el Grupo PRISA, que vela por la ortodoxia progresista, reporteros usan UMTS para enviar imágenes a redacción. ¿Es esto solidario?
La verdad es que el Grupo PRISA hace bien: el comité de expertos independientes (CEIN) que trabaja para la Subdirección General de Sanidad Ambiental y Salud Laboral, Ministerio de Sanidad de España, división "Campos electromágneticos y salud pública", había publicado un mes antes de la extraña noticia una 'Actualización septiembre de 2003' (del Informe Técnico sobre Campos Electromagnéticos y Salud Pública, 1 de septiembre de 2003). En esa actualización nada menos que se "apela a los medios de comunicación social para que sean rigurosos en la transmisión de las noticias para no generar alarmas no justificadas desde el punto de vista científico y sanitario". [Por supuesto, El País no dijo nada de esto el día que dio la noticia.]
... debido a la "excesiva carga emocional" para algunos
Como comenta el citado informe (p. 9, punto cuarto), parece ser que existe un "síndrome de hipersensibilidad" entre las personas que "viven en las proximidades de estaciones base de telefonía". Los síntomas son "dolencias tales como insomnio, dolor de cabeza y depresión".

La razón última de estas dolencias, por lo que sabemos, es el miedo, que los expertos han llamado, con mucha delicadeza, excesiva carga emocional de algunos grupos de ciudadanos: "[a]ctualmente existe, entre algunos grupos de ciudadanos, una percepción sobre los posibles efectos nocivos de la exposición a CEM [campos electromágnéticos] ambientales, que tiene una excesiva carga emocional. Hay evidencia que indica que tal percepción del riesgo podría ser, al menos en parte, causa de enfermedades o molestias que algunos expertos achacan a su presunta hiperreactividad a los CEM [...]. Estas molestias, de origen todavía indeterminado y que incluyen insomnio, dolor de cabeza o tensión nerviosa, han sido agrupadas dentro del llamado síndrome de hipersensibilidad electromagnética." (p. 11 del mismo informe).
Oportunidad perdida
La lástima es que el informe del CEIN, víctima de la corrección política, publica una versión en inglés de sus recomendaciones que dice (p. 6, punto undécimo): "este grupo de expertos recomienda regular la instalación de nuevas líneas de alta tensión para", y aquí rogamos atención al lector, "evitar injustificada percepción del riesgo y evitar exposiciones innecesarias". Como se dice repetidamente en el informe, no hay datos objetivos para pensar que haya problemas con esos campos electromagnéticos y no es, por tanto, necesario hablar de exposiciones innecesarias (aunque es prudente recomendar estudios epidemiológicos como los de Palomares). Respecto a "evitar la injustificada percepción del riesgo", los expertos dicen que "la Organización Mundial de la Salud ha recordado que su definición de salud no se limita al bienestar físico de las personas, sino que también contempla el bienestar psicológico y social. Teniendo en cuenta esta situación pueden justificarse medidas adicionales de prevención", es decir, se sanciona "científicamente" el absurdo de que, en nombre del principio de precaución, se entierren kilómetros de cables y se rediseñen los recorridos de los tendidos de cables (que es lo quieren decir con 'regular'). O sea, a falta de daño objetivo de los tendidos eléctricos o de los móviles, se toman medidas reguladoras porque hay excesiva carga emocional de algunas personas.
A nosotros nos parece una barbaridad que sea un criterio de construcción de nuevas líneas el temor de personas mal informadas por, entre otros, "medios de comunicación social" que no son suficientemente "rigurosos en la transmisión de las noticias" y que generan "alarmas no justificadas desde el punto de vista científico y sanitario".
¿Podemos sugerir tranquilidad a los ciudadanos? La nueva tecnología, como las anteriores tecnologías de telefonía, comenzando por los venerables teléfonos fijos, contribuirá a mejorar las vidas de las personas. Incluso a salvarlas.
Peter Turner es co-fundador deRepublicans in Spaincontador_inc.php3?id=22455

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