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Un misterio de la Transición

¿Por qué, siendo tan mediocres, no terminó el experimento en un desastre sino que, pesando los pros y los contras, puede considerarse la Transición como un proceso más positivo que negativo?

Escali dijo el día 9 de Julio de 2011 a las 23:58:

Para atinasio.

Efectivamente, es escalofriante. Cosas parecidas he tenido que escuchar yo de gente de nuestra propia edad, gente que ha vivido como Vd. y como yo el franquismo hasta los 24 o 25 años. A mi no me pueden contar trolas, pero sorpréndase : ¡me las cuentan!. Me cuentan sobre los miedos, las detenciones, las torturas, las palizas... ¡y son gente como Vd. y como yo, nada de militantes del PCE o el Grapo, gente normal que estudió una carrera, que hizo unas oposiciones, que empezó a trabajar, que se compró un 600, que nunca ha pisado una comisaria...!. Pues me dicen que era horroroso, que les ha marcado la vida, que... ¡Alucinante!.

Y es que la incapacidad de la gente para desprenderse de los esquemas adolescentes es aterradora, hasta el punto de que de tanto leer El Pais se creen todo lo que El Pais cuenta.

Mucho peor : como Vd. dice muy bien, es aterrador que sus propios abuelos le metan esas mentiras en la cabeza. Siempre me recuerda el terrible asunto de las Vascongadas. ¿Hasta qué punto pueden estar unos padres enloquecidos para inculcar en sus hijos suficiente odio y rencor como para conducirles a las garras de la ETA, a una vida de rencor, de odio, de muerte y de cárcel?... Pues lo hacen a diario, los padres "abertzales" lo hacen a diario.

5326 dijo el día 9 de Julio de 2011 a las 23:18:

Como siempre, de acuerdo con don Pio. Yo tenía 22 años cuando murió Franco, y me pilló haciendo la mili en Toledo, así que puedo recordar muchas cosas.

Posiblemente el drama fué caer en manos de Suarez, y no de Areilza, don José María de Areilza. Habría sido todo muy distinto, con otro nivel, con otros objetivos. Quizás Areilza era demasiado inteligente para Juan Carlos...

En una ocasión, en un viaje del Principe Juan Carlos a Segovia a finales de los 60, Suarez ( era gobernador civil) le dijo de manera especialmente sugerente a Juan Casrlos que "puede confiar en mí para todo lo que desee de manera incondicional". Eso lo vieron y oyeron personas que me lo contaron cuando Suarez fué presidente, y tal como lo entendieron e interpretaron los testigos, y dado lo que ocurrió después, que el rey escogió a un ser mediocre... se pudo pensar que el ofreciniento tuvo resultados.

Lo que yo recuerdo que añadió la transición a la masa de la clase media española fué... libertad sexual en ciertos aspectos. Nos sentíamos libres al poder comprar el Play Boy en los quioscos o tener salas x. Lo digo en serio. Creo que hubo una minoría que quería otra política, pero que una mayoría estaba satisfecha con Franco, y la única diferencia real entre con Franco y con los posteriores, era la libertad sexual y la posibilidad de votar.
Además de eso, a los jóvenes se nos dió una nueva libertad, o un nuevo protagonismo, de alguna manera. Se nos dió la noche, los bares de copas, la marcha..., eso que antes no había de manera masiva, ni con los jóvenes como protagonistas y aparentemente dueños. Esa "marcha" creó una moda, un comportamiento, hasta un estilo de cine. y, lo peor es que creó también una clientela fiel a la izquierda. Unos nuevos votantes que se mantuvieron fieles a ese "hay que ser progresista" , y en el que siguen. El periódico el pais, el negocio del ocio y la libertad sexual hicieron su agosto, que todavía continúa.

Lo de las autonomías, ni lo entendíamos ni le importaba a la mayoría. Lo de los partidos, no pasaba de ser una cosa que nos hacía sentirnos europeos y mayores, pero no teníamos conciencia clara de lo que significaban (lo sabemos hoy dia...???), y lo que nos importaba a la mayoría de los españoles, en mi opinión, es que todo siguiera tan estable como antes de la transición, pero que nos dejaran comprar el Play Boy, votar, que era progre, salir de copas y ser los reyes de la noche, y que los "grises" ya eran beiges, y después todavía mejor... azules!, como en niu york.

Qué insensatos fuimos y qué facil fué la "transición", con lo bién que se vivía y se trabajaba con Franco!!! , y no sólo con Franco, con aquellos españoles que creó la sociedd seria, responsable y trabajadora de Franco.

Crear las bases de una sociedad libre... no es ser liberal, pero no de boquilla, sino de hecho?. Eramos razonablemente libres, le pese y jorobe a quien le pese y jorobe. Sin duda más que ahora.

gaditano dijo el día 9 de Julio de 2011 a las 22:34:

La ETA comenzó a asesinar varios años antes de la muerte de Franco. En Madrid había "saltos" estudiantiles que cortaban el tráfico cada dos por tres en los primeros setenta.
Los grises estaban apostados a la puerta de cada facultad y a veces entraban dentro a aporrear estudiantes si organizaban una asamblea. Se colgaban carteles "antifascistas", generalmente filocomunistas de una u otra tendencia, en los bares de las facultades de manera clandestina. Había huelgas políticas.
Y seguía sin haber libertades de prensa, de reunión, de asociación, ni había elecciones ni proyectos de que las hubiera...así murió el franquismo. ¿En qué país vivían ustedes?

2 dijo el día 9 de Julio de 2011 a las 20:25:

A Escali: muy brillante su comentario, coincido en casi todo: el "casi" es porque dudo que la generación ZP haya aprendido que un sólo imbécil puede hundir el país en cinco o seis años. Nada me gustaría más que estar equivocado, pero la experiencia me dice todo lo contrario.

subumbra dijo el día 9 de Julio de 2011 a las 18:55:

Pio: tu sobrio artículo define con claridad extrema lo que han sido mis sensaciones desde 1977. Fundamentalmente versaban sobre la clarividencia original de una sociedad limpia y fuerte, coriácea en lo moral, armada de sentido común, e inmersa en una suerte de círculo virtuoso. Pero desgraciadamente atacada, corroida y finalmente destruida, por el grupo de sujetos más viles, por la orda más bajuna, de la Historia de España. ¡Que Dios nos coja confesados!

Schauspi dijo el día 9 de Julio de 2011 a las 15:09:

Considero que Federico Jiménez Losantos es un tipo muy brillante.Además es carismático y, como decimos por el sur de EspaÑa,tiene "muscho arte".En cambio Cesar Vidal,el hombre,piensa que es,como mínimo,brillante(dime de qué presumes...)cuando no lo es ni lo será.Tendrá otras virtudes,seguramente,pero la brillantez no es una de ellas.En cambio Pío Moa me maravilla por la capacidad de síntetizar los juicios históricos o,dicho de otro modo,la enorme sobriedad y, es ahí,a mi juicio,donde radica la grandísima brillantez de Luís Pío Moa.Dicho ésto;me parece lamentable el mediocre análisis que del atentado de Carrero Blanco,hicieron Vidal y Jiménez Losantos en la correspondiente sección de cada lunes.Paupérrima,lamentable,cutre.Debe ser que no han echado cuenta al,por otra parte,interesantísimo y jugoso artículo de Fernández Barbadillo.

malaspul dijo el día 9 de Julio de 2011 a las 14:28:

Yo digo lo mismo que ya ha dicho Espon: que es un inmenso placer leerle, sr Moa. Tanto sus artículos como sus libros, de los que tengo una decena, por lo menos. Su "Nueva historia de España", lo último de usted que he leído, me pareció magnífica; muy amena y recomendable de todas todas.

Es reconfortante encontrarle a usted en prensa escrita, televisión o radio, poniendo las cosas y a algunos en su sitio; contando los hechos como son y como fueron...Con un par. Un afectuoso saludo.

Urdin dijo el día 9 de Julio de 2011 a las 14:10:

Si planteamos el artículo como un interrogante, yo lo replantearía de otro modo. Coincido con calificar la transición como una "traición" de la elite del franquismo. Traición con la cual el liberalismo español parece estar bastante complacida porque, al fin y al cabo, le perimitió recuperar el sistema de partidos políticos y todas esa cosas. Sin embargo, debería de haber, en el fondo de este análisis, un elemento de inquietud que fuese la linea de investigación que nos proporcionase la clave para efectuar un balance final de esa Transición. La traición no es un acto gratuito. Por el contrario toda traición tiene su precio el problema es saber ¿Cual fue el precio de la Traición de la elite política del franquismo? Y ¿quién y porqué lo pago? Porque en toda traición hay dos partes el traidor y el inductor de la traición. Y si los motivos del traidor no son altruistas los del del inductor que paga el precio, de su bolsilllo, tampoco lo son. El mundo de los disdentes políticos "quiere creer" que su causa pertenece a algo así a una Iglesa internacional de la democracia o de los derechos humanos donde todos son felices y eso pasa por alto otras preguntas. ¿Cual fue el precio de la Transición? ¿La reconversión industrial que desguazó a cambio de nada la industria siderurgia, de astilleros, la agricultura y la industria ligera para convertirnos en un país de servicios, rematada por la entrega del oro del Banco de España por Solbes. Sin tener ninguna bola de cristal, lo primero que me viene a la cabeza es que el bondadoso mecenas que patrocinó la transición española, sea quien fuere, posiblemente planteó lo siguiente: ¿Que quieren ustedes? ¿Democracia? No se preocupen. Tendrán democracia. ¿Qué quieren ustedes? Elecciones. No se preocupen. Van a votar hasta reventar. ¿Que quieren ustedes? ¿Colocar a sus amigos? La solución, las autonomías. ¿A cambio de qué? Pues a cambio de lo que ha entregado España. Su soberanía económica al Banco Central Europeo. De esta forma una soberanía política sin soberanía económica, como enseñaba Jean Bodin en sus Seis Libros de la República es una soberanía mutilada. Es decir los españoles tienen una democracia de jueguete que puede votar muchas cosas pero con la economía fuera de su control la autonomía política real se reduce a cero. El pueblo espñol es el rey de la democracia española pero en el mismo sentido que podemos decirlo de un rey sueco, es decir un rey constitucional, con mucho honor, y muy poco poder sobre sobre sus decisiones, incluso las políticas. Esto se llama colonia. Lo más llativo de todo es que en España además de no exitir "extrema derecha" tampoco existe el debate que existe en el resto de los países europeos sobre si el proyecto nos conviene o no. No hay ni una sola fuerza política contraria al proyecto Europeo y esto no es muy normal en un país que siempre fue celoso de su independencia nacional.

Gorucho dijo el día 9 de Julio de 2011 a las 12:36:

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Y he aquí el problema: ¿por qué, siendo tan mediocres, no terminó el experimento en un desastre sino que, pesando los pros y los contras, puede considerarse la Transición como un proceso más positivo que negativo? Parecería un misterio, si olvidásemos el punto clave: la España de 1975 ya no era el país empobrecido y cargado de odios de 1936 (los odios no vinieron de la pobreza, sino de las ideologías mesiánicas de la época, pero fructificaban más con una economía estancada como la republicana). Era una España próspera y reconciliada.
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Se le olvida una cosa: el recuerdo de la guerra.

Cuando murió Franco, aunque la guerra hacía treinta y seis años que había acabado, se tenía muy vivo el dolor que causó. Nadie quería meterse en otra, sobre todo porque, como muy bien dice, a la muerte de Franco, aunque, como siempre, las dificultades económicas no faltaban, estas no eran agobiantes y, aunque se recordaba el bando en el que se había estado durante la guerra, por convicción o por que la suerte los situó en él, y se conocía, más o menos, la tendencia de cada cual, los españoles se habían reconciliado.

Saludos.

atinasio dijo el día 9 de Julio de 2011 a las 12:08:

Eso que dice wade de "se respiraba un clima de normalidad" me recuerda una experiencia que he tenido recientemente. Hace unos días, una alumna de unos 16 años me contó lo penosa que fue la vida durante era de Franco. Le repliqué que yo la viví y que la vida como adolescente fue de lo más normal, más o menos como ahora. Entonces me dijo que todo estaba lleno de prohibiciones, que había mucho miedo, que la gente no se podía besar en la calle, e incluso que por las calles los chicos tenían que ir por una acera y las chicas por otra, para que no tuvieran contacto. Me quedé estupefacto. Indagué para saber de dónde había sacado semejantes historias y resulta que eso se lo habían contado hace poco sus abuelos, que la querían mucho, vivieron en Madrid, donde yo, y tan solo eran 3 o 4 años mayores que yo.
Me resulta escalofriante que sean los propios parientes los que metan esas historias en la cabezas de los jóvenes.