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Regina Otaola

Tributo a los defensores de la Constitución

Hoy España está de luto por la muerte de dos jóvenes guardias civiles que juraron en su día defender la Patria y la Constitución Española, esa misma Constitución que intentan vulnerar de continuo los terroristas asesinos de Raúl Centeno y Fernando Trapero

Hoy también debería ser un día de fiesta y de celebración para todos los españoles, como lo es el 12 de octubre, porque la Constitución Española de 1978 está vigente y simboliza el mayor esfuerzo de convivencia realizado por los españoles en toda su ya larga Historia como Pueblo y como Nación.
 
Y si lo simboliza a la perfección es porque nunca antes se había permitido a los españoles constituirse como tal, como Sujeto de la Soberanía Nacional Española, aunque las Cortes de Cádiz, celebradas en 1812 en medio de la Guerra de la Independencia, apuntaran a tal fin.
 
Pero hoy España está de luto por la muerte de dos jóvenes guardias civiles que juraron en su día defender la Patria y la Constitución Española, esa misma Constitución que intentan vulnerar de continuo los terroristas asesinos de Raúl Centeno y Fernando Trapero, porque no conviene a sus fines totalitarios.
 
La Constitución Española de 1978 fue la culminación de las ansias democráticas de varias generaciones de españoles, pero si queremos mantener el espíritu de concordia que la hizo posible debemos trabajar todos los días para poner de manifiesto su relevancia y su plena validez como marco legal de una sociedad plural y democrática.
 
Todo lo contrario que persigue ETA con su estrategia del Terror, que busca someter a las personas a sus dictados totalitarios, al margen de los derechos que a los ciudadanos les reconoce la Ley y que ampara la Constitución; al margen de toda lógica democrática y toda consideración ética. El Terror es el medio y es el fin para ETA.
 
Por eso hoy debemos recordar y saber honrar la memoria de todos los guardias civiles asesinados por cumplir su obligación en defensa de nuestros derechos y libertades. Porque sin duda es alto el precio exigido a los que han puesto su vida al servicio de la defensa de la Constitución Española de 1978.
 
Hoy, al honrar la Constitución, también les rendimos tributo a ellos.
 
 
Comente este artículo en el Blog de Regina Otaola en Libertad Digital, "Desde Lizarza".
 

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