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Ricardo Medina Macías

No envíen señales equivocadas al productor

El mecanismo mediante el cual los mercados se ajustan a un cambio en la demanda, generando una mayor oferta, demuestra la maravilla del sistema de precios: los precios altos avisan al productor que hay que sembrar más porque será un buen negocio.

La solución al desorden en los mercados internacionales de alimentos y a los altos precios es desmantelar los mecanismos proteccionistas (subsidios y barreras al comercio) y, sobre todo, dejar que precios no manipulados informen a los productores que están ante una oportunidad única.

Hace algunos meses un buen amigo me hizo notar que la versión de que los altos precios de los alimentos obedecen a la demanda de China e India, cuyos habitantes de la noche a la mañana estarían comiendo mejor, no tiene ninguna lógica: no es verosímil que millones de chinos e indios hayan despertado todos el mismo día ganando dos o tres veces más que el día anterior y que ese mismo día decidieran que todos iban a comer más carne, tomar más leche y consumir más cereales. Esos cambios son graduales, llevan varios años y los mercados se acomodan a ellos.

El mecanismo mediante el cual los mercados se ajustan a un cambio en la demanda, generando una mayor oferta, demuestra la maravilla del sistema de precios: los precios altos avisan al productor que hay que sembrar más porque será un buen negocio.

Reproduzco el comentario que me hizo llegar un lector que vende agroquímicos: “Un pequeño productor de maíz (con unas cuatro hectáreas) hace dos temporadas comenzó a utilizar maíces híbridos, hace una temporada fertilizantes y este año va a volver a utilizar híbridos y esta vez fertilizantes de alto desempeño. ¿Acaso debemos ese cambio en favor del uso de tecnología a algún ambicioso programa de gobierno? ¿Algún pacto, alianza o cruzada por la productividad en el campo? No. Se lo debemos al mercado, específicamente al incremento al precio del maíz que se ha encargado de decirle de forma inequívoca: ¡produce más! Me aterra pensar que el Gobierno pudiera estar a un paso de querer controlar los precios y decirle que deje de hacerlo."

La solución es producir más, con el incentivo de los precios altos, y que el Gobierno de los Estados Unidos tenga la honestidad de reconocer que su ocurrencia, dizque ecologista, de subvencionar la producción de etanol a partir de maíz fue estúpida, antiecológica y generadora de hambre. Esa es la causa que explica la mayor parte de las distorsiones actuales en el mercado de los alimentos. ¡Dejen de subvencionar!

En Libre Mercado

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