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Rogelio Biazzi

Estado de sitio en Madrid

A ellos, el recorte de sólo el 2,5% no les corresponde, que la crisis la paguen el resto de los trabajadores. ¿Por qué? Por mezquinos.

Un verdadero estado de sitio fue decretado en Madrid desde el pasado martes. No es el gobierno nacional ni regional ni ningún gobierno quien ha decidido paralizar Madrid, sino un grupo de personas que dicen ser representantes de los trabajadores, pero que realmente no representan a nadie más que a ellos mismos. Se les ha calificado de muchas maneras pero para mí el apelativo que más les cabe es el de delincuentes. Delinque quien comete un delito y qué duda cabe de que este grupo está perpetrando un delito político. Estos delitos son los que establecen los sistemas autoritarios en defensa de su propio régimen. Aquí se dan todas estas circunstancias. Hay un sistema autoritario, el que pretende imponer a la fuerza sus ideas sin importar los perjuicios que se causan al resto de la sociedad; y defiende –como no– su propio statu quo.  

Este grupo sabe que en el fondo sus reivindicaciones son impresentables. Han tratado de enmascarar su falta de razón con una tapadera de justicia social y de legalidad, pero en cambio se han retratado ante el resto de la sociedad de la forma más brutal. Dicen que no protestan contra el recorte de salarios sino que defienden su convenio colectivo. ¿No es lo mismo? ¿Qué parte de su convenio colectivo dicen que les es vulnerado? Por otra parte, si una empresa se saltara un convenio colectivo a la torera habría alguna razón para quejarse pero no se trata de eso. En este caso no es la empresa la que toma decisiones sobre el salario de los trabajadores, ni siquiera el gobierno de la Comunidad. Los recortes vienen estipulados por una ley emanada de la Asamblea regional en donde todos los partidos políticos tienen representación y representan a todos los madrileños. Nosotros, y ellos mismos, hemos dispuesto la reducción de sueldos. Además, el hilo de esta cometa tiene mucho más recorrido, esta ley emana del cumplimiento del Real Decreto Ley 8/2010 del Gobierno de la nación que tiene por fin reducir un déficit insostenible que hace que estemos en el punto de mira de Bruselas, desde donde nos observan con ojo crítico.

Pero yendo al verdadero fondo del asunto, estamos ante una muestra de mezquindad absoluta. Soy funcionario y me han bajado el sueldo el 5%. A nadie le gusta ganar menos, pero como otros he comprendido que el "horno no está para bollos", que ha llegado el momento de que todos nos ajustemos el cinturón. Los trabajadores del sector privado vienen sufriendo el ajuste desde que empezó la crisis –y de una forma mucho más dramática que ver rebajados sus ingresos en un porcentaje– el mercado de trabajo del sector privado se ajustó no a través del precio sino a través de algo mucho peor, la cantidad, vía paro. Pero ellos son distintos, privilegiados. A ellos, el recorte de sólo el 2,5% no les corresponde, que la crisis la paguen el resto de los trabajadores. ¿Por qué? Por mezquinos.

Por último el tema de incumplir vilmente el acuerdo sobre servicios mínimos para "reventar" Madrid. No entienden que aplican una lógica que se les puede volver en contra en cualquier momento. ¿O qué creen acaso que les pasaría si un familiar suyo enfermara y la sanidad de Madrid estuviera en huelga sin servicios mínimos? ¿Y si la policía nacional decidiera hacer huelga retirándose totalmente de las calles por un día?

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