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Rubén Loza Aguerrebere

Elecciones en Uruguay: sí pero no

En fin, casos con semejantes características que han ocurrido en todo el país. Llevará aproximadamente una semana escrutarlos

Sí, pero no. Las elecciones de Uruguay parecen una película de suspense. El domingo nos fuimos a la cama con el triunfo del conglomerado de izquierdas Frente Amplio-Espacio Progresista-Nueva mayoría, que postula a Tabaré Vázquez a presidente de Uruguay. Había obtenido el 50,9 por ciento del electorado, y era electo sin necesidad de segunda vuelta. Así lo habían afirmado, antes de las diez de la noche, cinco macro encuestas. Tabaré Vázquez hizo, entonces, su discurso e instó a sus seguidores a festejar el triunfo. Recibió llamadas de los presidentes de Argentina y Brasil, Kirchner y Lula, felicitándole, y, por último, la visita en su bastión (calculadamente elegido, es decir, el "Hotel Presidente") de los dos integrantes de la fórmula presidencial del liberal Partido Blanco o Nacional, Jorge Larrañaga y Sergio Abreu, que fueron sus más inmediatos seguidores, con un 34% de los votos. Cabe decir que, superando apenas el 10%, quedaba tercero el partido gobernante, el Colorado.
 
La fiesta en las calles de Montevideo era extraordinaria. Miles y miles de "frentistas" (como se les llama habitualmente aquí a los militantes de esa fuerza) con sus banderas, pancartas, y algunas fotos del Che Guevara por aquí y por allá, salían a las calles, mientras silenciosos los seguidores de los dos partidos fundacionales (Blanco y Colorado), tras 174 años de victorias, se iban a la cama. Un mojón histórico de la izquierda se había logrado en la historia de Uruguay. Por primera vez.
 
Entretanto, la Corte Electoral de Uruguay continuó su meticulosa labor: contar los votos uno por uno. La Corte Electoral, cuando hace sus proclamaciones de presidente o lo que fuere, lo realiza, naturalmente, sobre la base del escrutinio. O sea, cuando hay un documento oficial que señala quien fue que ganó porque alcanzó tal cantidad de votos. Pero eso no se puede hacer, aún ayer, martes, porque sobre la base de los cómputos que la Corte ha realizado, contando la totalidad de los votos emitidos, el conglomerado de izquierdas Frente Amplio-Encuentro Progresista-Nueva Mayoría tiene el 49,7 por ciento, acaso el 49,8 por ciento, con lo cual hasta ahora habría segunda vuelta. Pero, y siempre hay un pero, quedan por escrutar los llamados "votos observados", que son alrededor de 32.000; éstos pertenecen a ciudadanos que votaron fuera del circuito donde les correspondía. Es decir, ciudadanos que estaban destinados a formar parte de mesas receptoras de votos en un determinado lugar y votaron donde se encontraban trabajando, de manera "observada"; o, entre otros casos muy especiales, los soldados, custodios de las urnas de votación, que están situados obligatoriamente en cada circuito y quienes lo hicieron también allí, por obvias razones.
 
En fin, casos con semejantes características que han ocurrido en todo el país. Llevará aproximadamente una semana escrutarlos. Entonces, la Corte Electoral de Uruguay, habiendo contado los votos habilitados más los "observados", estará en condiciones de dar los números definitivos, y en consecuencia hacer las proclamaciones.
 
Cabe señalar que la tendencia electoral es clara; y es casi imposible que, abiertos esos sobres "observados", los mismos puedan modificar el resultado anticipado. Tendría que ocurrir un hecho al que los expertos califican de insólito para que estos votos reviertan esa tendencia, pues lo más lógico es que los "observados" tengan la misma configuración estadística que tienen los votos entre la población general.
 
Se estima que. por la singularidad de estos votos, los mismos estarán contabilizados en una semana, más o menos. El viernes, acaso el sábado, lo sabremos.

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