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Susana Moneo

Buen rollito

Jose Luis Rodriguez Zapatero ha conseguido lo que hacía mucho tiempo se deseaba en el partido. Un año despues de subir a los altares de Ferraz, aunque lo hizo de rodillas y como candidato virtual del más profundo felipismo, ha realizado una conferencia en la que no sólo ha renovado el carnet, también la ilusión. El clima de este cónclave nada tenía que ver con el pasado congreso. Ambiente y formas totalmente distintas. No había que elegir a nadie, como decía un viejo guerrista, y eso siempre resta tensión, pero sí podía haber sido mucho más convulso. Hasta se vieron algunas caras de la dirección en el bar del edificio, algo inusitado en anteriores ocasiones.

Hay que reconocérselo: lo ha sabido hacer. En un marco incomparable, como dice el tópico, con una novedosa y costosa puesta en escena, llegó Zapatero, escudado por su guardia pretoriana, para convertirse en la nueva imagen de la casa Ferraz. Avalado por las encuestas, el discurso era para los suyos. Flores para la vieja guardia, concesiones en las enmiendas para los barones, recuperación del más rancio socialismo para contentar a los guerristas y, al más puro estilo felipista, caña al adversario para hacer callar a quienes le reprochan su benevolencia con el gobierno..

En virtud de la firma de la paz interna, habrá listas abiertas como era su intención... , pero menos. Porque en atención a las demandas de las mujeres, se va a respetar la denigrante paridad. Primarias, como prometieron..., pero menos. Porque decidirá el aparato Federal o Regional en cuestión. Limitación de cargos orgánicos a tres años..., pero menos. Porque no tendrá carácter retroactivo, y no existirá para los puestos institucionales si no lo asumen todos los partidos. Renuncias, todas, a sus anunciadas intenciones. Claro que Ibarra, Chaves, y Bono respiran tranquilos en sus cortijos y sus resoplidos ya no moverán la estructura de Ferraz. De momento.

Ha contentado a unos y otros, pero eso le obliga, a cada paso, a seguir mirando hacia ambos lados, y a su retaguardia. Esclavo de sus pies de barro.

Esa paz interna suena a ingredientes incompatibles, cuando no a humo. El encuentro bien se puede resumir en una frase de Manuel Escudero, repetida por muchos: “buen rollito”. ¿Habrán adoptado también un nuevo lenguaje?

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