No se va hablar de otra cosa. Por fin se consiguió la imagen de Eva Sannum junto al Príncipe Felipe. Se hizo durante el baile de celebración de la boda del heredero noruego y la también modelo Mette Marit, ante toda la realeza Europea y ante la mirada de la reina Doña Sofía. Dicen que de una boda sale otra, pero más allá de refranes y sabiduría popular, en este caso hay elementos que podrían confirmar los rumores. Mucho se viene hablando de una relación entre la modelo noruega y el Príncipe de Asturias. Especulaciones han existido para todos los gustos, a veces contradictorias, como la de un próximo anuncio de compromiso o un tiempo de reflexión entre ambos. Esta instantánea, sabiendo que todas las cámaras dirigían sus objetivos hacia ellos, es muy significativa. Más determinante es que la escena se vivió en presencia de doña Sofía.
Son varios los romances que se le han atribuido al príncipe, interminable la documentación fotográfica sobre ellos, pero nunca en una situación como ésta. Ya hay motivo de discusión, por tanto, para tertulias y corrillos. Se reavivará una vez más la polémica sobre la conveniencia o no de que una plebeya comparta la vida y el trono, no lo olvidemos, con Don Felipe. Esa es la cuestión y, lejos de caer en trasnochados debates sobre la pureza de sangre o la tradición monárquica, la realidad es que no se trata sólo de una historia de amor. La esposa de Don Felipe será Reina de España. Por tanto la pregunta es ¿Será capaz, ella, de asumir y afrontar ese compromiso?
Algunas experiencias, como la de la propia madre del heredero Noruego, dicen que sí, pero en otros casos el resultado ha sido nefasto.
