Menú
Susana Moneo

El crédito del Gobierno

Despues de dos meses de escándalo en el que día a día hemos conocido vergonzosos datos de la trama del chiringuito de Gescartera que alcanza a órganos de la administración, poco o nada sabemos a ciencia cierta de lo que está investigando el gobierno o de si de verdad quiere investigar. Lo único que se ha demostrado hasta el momento es la incompetencia de un órgano como la CNMV, las ocultaciones de su presidenta Pilar Valiente, las implicaciones corruptas de miembros de ese órgano gestor y sobre todo, de un sujeto llamado Gimenez Reyna, número dos del ministerio de Montoro que aparece en el centro de toda la trama de un enorme fraude a Hacienda. Todo ello con la pasividad de un gobierno que enarboló la bandera de la limpieza ética y la lucha contra la corrupción.

Ha hecho falta todo este tiempo, desde que se descubrió el escándalo, plagados de hechos vergonzantes y delictivos, para que Economía anuncie a bombo y platillo una investigación. Dos meses en los que Montoro y Rato han brillado por su ausencia y se han desvelado como auténticos artistas de la dejación. Esa es su responsabilidad, de momento, en este caso. No la han asumido y se les debe pedir cuentas por ello.

Poco importan las rencillas entre sus respectivos departamentos, las vendettas internas a las que aluden para escurrirse. Aquí nadie ha dado la cara. Sólo hemos oído incongruencias hilarantes, y digo hilarantes por aquello de ponerle humor a algo que se está convirtiendo en la feria del surrealismo y la ineptitud política. Pasará a los anales la frase de Mercedes de la Merced sobre las famosas comidas, aburridísimas ellas, en las que participaron Gimenez Reyna y Pilar Valiente con la cúpula de Gescartera. O la de Ramallo, otrora azote del PSOE corrupto, diciendo que no tiene nada que ocultar mientras esconde la mano con el reloj de dos millones de pesetas y guarda sus sustanciosas minutas por los servicios prestados.

Otra para la galería de Ana Mato: “el PSOE no nos va a dar lecciones de crédito democrático”. Pues quizás no, pero este gobierno, visto lo visto, tampoco puede darlas. Desafortunada frase.

En Opinión