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Susana Moneo

Esquizofrenia en IU

Izquierda Unida está enviando dos mensajes a propósito del pacto contra el terrorismo firmado por PP y PSOE: que les quieren satanizar cuando les sacan el tema de Lizarra y que les han excluido sin darles opción. Grave error de fondo y de forma. IU estuvo en Lizarra, un pacto que todavía sigue en pie, por mucho que ellos y el PNV digan que no existe. Si es así, que firmen su defunción como firmaron su nacimiento, en vez de recordar machacona e inconvenientemente que el Gobierno, durante la tregua, negoció con ETA.

Hablan también de exclusión, cuando IU se ha alineado sistemáticamente con el PNV y sus posiciones de autodeterminación y reforma de la Constitución, y cuando las declaraciones de Javier Madrazo han sido coincidentes con las de Arzalluz. Más bien habría que hablar de autoexclusión. Sobre todo si, como dice Alcaraz, no hay voces discordantes en IU. Son una piña y tienen una posición unitaria.

Entonces, ¿asumen los planteamientos de Madrazo o no? La respuesta depende de a qué miembro de IU se le haga esta pregunta. Porque, en privado, algunos de la heterogénea lista que confeccionó Llamazares para ganar reconocen que Madrazo es un lastre.

Pero Gaspar le debe mucho y no va a reconocer tal cosa. Muy al contrario. En la esquizofrenia en la que se ve envuelta esta coalición, su líder asegura que tienen que atender a su electorado del País Vasco compuesto –según él- por la clase trabajadora, tradicionales de izquierdas y desencantados de HB. Quizá por eso no hay quién entienda los mensajes de IU.

Llamazares se queja de que no le han llamado a ninguna reunión, ni siquiera Rodríguez Zapatero, con quien sí ha intercambiado correctas misivas. Se verán probablemente a primeros de Enero, pero lo considera tarde. Y lo interpreta como parte de la presión que el PP ejerce sobre el PSOE. No hay nada como echar la culpa al de enfrente. Mensaje de perdedores.

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