IU dice que quiere ser viable, coherente, creíble y cercana. Demasiadas cosas para una formación que en los últimos tiempos ha estado presidida por el desconcierto y la contradicción. ¿O quizás creíble quiere decir rechazar el terrorismo y a quienes lo arropan, y al mismo tiempo estar en el pacto de Estella?; o ¿significa equiparar al PP y al PNV?.
Coherente es ¿querer aglutinar el voto de la clase obrera y de los desencantados de HB, como dice Llamazares? ¿Es que son los mismos los que sufren la violencia callejera, (o la violencia etarra, que es lo mismo), que quienes la practican? En IU existe un mal endémico, que muy pocos son capaces de analizar. Y son justo aquellos que han sido defenestrados y que en bien, dicen, de la coalición, no se atreven a diagnosticar en voz alta. Pero lo conocen perfectamente.
Querer ganar votos y poder sobre la base de una premisa equivocada y un análisis erróneo, sólo puede llevar al abismo. Un abismo al que están abocados quienes quedan cegados por su prepotencia y cerrazón. Y pueden arrastrar mucho más que su propio bagaje. Esto no es un juego de rol.
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