Del “Imperio del Mal” al de la paranoia
¿Tiene Ud. algún enemigo o una competencia amenaza arruinar su negocio?¿O quizá ciertos indivíduos le extorsionan pidiendo demasiado dinero? En Rusia estos problemas son fáciles de resolver, siempre y cuando uno disponga de un puñado de billetes verdes. Las ofertas publicitarias en la prensa no faltan. Decenas de “empresas de seguridad” –uno de los negocios más lucrativos en Rusia– proponen sus servicios para mediar en los conflictos entre las empresas, entre los empresarios y las entidades públicas, proteger a personas y a sus bienes, y hasta seguir la conducta del personal en sus puestos laborales. Asimismo se ofrecen para “investigar” las actividades de las competencias lo que incluye la posibilidad de “hundirlas”.
Los que trabajan en las “empresas de seguridad” son personas cualificadas: antiguos agentes de servicios secretos, policías y militares. Hay también muchos delincuentes comunes con experiencia en la cárcel e “influencia” con la mafia. En los catálogos que se pueden conseguir al dirigirse a una de estas empresas casi siempre figura un apartado llamado “servicios especiales”. El importe por estos servicios oscila de 3.000 a 7.000 dólares americanos. Se trata de asesinatos por encargo.
Cada día la prensa rusa anuncia la muerte violenta de uno u otro hombre de negocios. Los casos de muerte diaria de los mafiosos u otros representantes del mundo del crimen ni siquiera se dan a conocer. El público no presta atención a estas noticias: todo el mundo está muy acostumbrado a que los empresarios y los bandidos pertenezcan al mismo “grupo de riesgo” sometido al constante peligro. Son las normas del “capitalismo salvaje”, según los analistas, o del “bolchevismo capitalizado”, según nuestro propio criterio.
Así que los asesinatos no interesan a la gente de la calle que además, en su mayoría, sigue considerando cualquier iniciativa privada “cosa de ladrones”. La policía tampoco se interesa mucho por los “asesinatos de carácter económico” o de ajuste de cuentas entre las bandas rivales. La investigación de estos casos nunca tiene éxito y son archivados “por ausencia de sospechosos”. Según la prensa liberal rusa no es de extrañar, ya que las “agencias de seguridad”, en muchas ocasiones, estén vinculadas con la policía y otros servicios de órden público. Pero hay casos en que el asesino cae en manos de la polícia por su propia imprudencia. Entonces, si no quiere ir a la cárcel, debe pagar. La policía corrupta cobra lo mismo: de 3.000 a 7.000 dólares por asesinato cometido. Uno paga este importe y puede quedar libre de cualquier sospecha. Así que los precios están muy igualados. ¿Será la herencia del socialismo igualitario?
No obstante, ningún ser humano aguanta la vida en un ambiente tan violento. Los rusos huyen de la sangrienta realidad de su vida através del alcohol, del pasado idealizado, de la Iglesia o de nuevos y viejos ídolos que se inventan. La fe en el poder, en el “padre Estado” y su líder es inquebrantable en los rusos, en su mayoría muy oportunistas. De ahí nace otro gran negocio lucrativo. Es la producción masiva de retratos y bustos del presidente Putin. En la inmensa librería “Globus” de Moscú hay una sección especial dedicada a esta industria. El catálogo impresiona. Cuadros y pancartas de todos los tamaños representan al presidente en uniforme de marine en la base naval de Murmansk. Otra “obra” muestra al jefe del Estado vestido de piloto con un caza al fondo. Hay cuadros de Putin en su despacho del Kremlin y, por supuesto, una gran cantidad de sus fotos – grandes y más pequeñas, de formato postal. Es imposible acercarse al mostrador de “Globus” para ver más cosas. Cientos de personas se empujan para abrirse paso hacia la mercancía deseada.
Entre los ídolos resucitados figura también Stalin. Sus retratos y fotos se venden como churros, mientras en la prensa aparecen más y más artículos elogiando sus métodos de dirigir el país y su legado político.
Lea también1. Tiendas de lujo, tapaderas de la mafia
¿Tiene Ud. algún enemigo o una competencia amenaza arruinar su negocio?¿O quizá ciertos indivíduos le extorsionan pidiendo demasiado dinero? En Rusia estos problemas son fáciles de resolver, siempre y cuando uno disponga de un puñado de billetes verdes. Las ofertas publicitarias en la prensa no faltan. Decenas de “empresas de seguridad” –uno de los negocios más lucrativos en Rusia– proponen sus servicios para mediar en los conflictos entre las empresas, entre los empresarios y las entidades públicas, proteger a personas y a sus bienes, y hasta seguir la conducta del personal en sus puestos laborales. Asimismo se ofrecen para “investigar” las actividades de las competencias lo que incluye la posibilidad de “hundirlas”.
Los que trabajan en las “empresas de seguridad” son personas cualificadas: antiguos agentes de servicios secretos, policías y militares. Hay también muchos delincuentes comunes con experiencia en la cárcel e “influencia” con la mafia. En los catálogos que se pueden conseguir al dirigirse a una de estas empresas casi siempre figura un apartado llamado “servicios especiales”. El importe por estos servicios oscila de 3.000 a 7.000 dólares americanos. Se trata de asesinatos por encargo.
Cada día la prensa rusa anuncia la muerte violenta de uno u otro hombre de negocios. Los casos de muerte diaria de los mafiosos u otros representantes del mundo del crimen ni siquiera se dan a conocer. El público no presta atención a estas noticias: todo el mundo está muy acostumbrado a que los empresarios y los bandidos pertenezcan al mismo “grupo de riesgo” sometido al constante peligro. Son las normas del “capitalismo salvaje”, según los analistas, o del “bolchevismo capitalizado”, según nuestro propio criterio.
Así que los asesinatos no interesan a la gente de la calle que además, en su mayoría, sigue considerando cualquier iniciativa privada “cosa de ladrones”. La policía tampoco se interesa mucho por los “asesinatos de carácter económico” o de ajuste de cuentas entre las bandas rivales. La investigación de estos casos nunca tiene éxito y son archivados “por ausencia de sospechosos”. Según la prensa liberal rusa no es de extrañar, ya que las “agencias de seguridad”, en muchas ocasiones, estén vinculadas con la policía y otros servicios de órden público. Pero hay casos en que el asesino cae en manos de la polícia por su propia imprudencia. Entonces, si no quiere ir a la cárcel, debe pagar. La policía corrupta cobra lo mismo: de 3.000 a 7.000 dólares por asesinato cometido. Uno paga este importe y puede quedar libre de cualquier sospecha. Así que los precios están muy igualados. ¿Será la herencia del socialismo igualitario?
No obstante, ningún ser humano aguanta la vida en un ambiente tan violento. Los rusos huyen de la sangrienta realidad de su vida através del alcohol, del pasado idealizado, de la Iglesia o de nuevos y viejos ídolos que se inventan. La fe en el poder, en el “padre Estado” y su líder es inquebrantable en los rusos, en su mayoría muy oportunistas. De ahí nace otro gran negocio lucrativo. Es la producción masiva de retratos y bustos del presidente Putin. En la inmensa librería “Globus” de Moscú hay una sección especial dedicada a esta industria. El catálogo impresiona. Cuadros y pancartas de todos los tamaños representan al presidente en uniforme de marine en la base naval de Murmansk. Otra “obra” muestra al jefe del Estado vestido de piloto con un caza al fondo. Hay cuadros de Putin en su despacho del Kremlin y, por supuesto, una gran cantidad de sus fotos – grandes y más pequeñas, de formato postal. Es imposible acercarse al mostrador de “Globus” para ver más cosas. Cientos de personas se empujan para abrirse paso hacia la mercancía deseada.
Entre los ídolos resucitados figura también Stalin. Sus retratos y fotos se venden como churros, mientras en la prensa aparecen más y más artículos elogiando sus métodos de dirigir el país y su legado político.
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