Menú
Víctor Cheretski

Adiós al consenso mundial

Muy poco ha durado lo que algunos expertos en asuntos internacionales bautizaron como “nueva era de entendimiento y amistad” en las relaciones entre las superpotencias surgida tras los atentados del 11 de septiembre. Quizás ha durado aún menos de lo que esperábamos los más escépticos. Primero, estas relaciones han sufrido una grave grieta tras la retirada de Estados Unidos del tratado antimisiles de 1972. Sobre este aspecto los rusos no han protestado mucho. Contestaron simplemente que, desde ahora, se consideran libres de cualquier compromiso sobre los arsenales nucleares y que no habrá más reducciones de éstos.

El puñetazo a las relaciones lo asestó la decisión estadounidense de quedarse con las bases militares en Uzbekistán y Kirguizia, dos repúblicas ex-soviéticas de tradicional influencia rusa. El Kremlin no cree que Washington necesite las bases para transformar a los guerreros afganos en demócratas pacifistas y ayudar a las progres de esta nación a deshacerse de los “burkas”. Los “halcones” del ministerio ruso de Defensa y del Estado Mayor ya hablan de un “peligro mortal” para los intereses moscovitas por la presencia americana en Asia Central. Esta vez, los rusos no han tardado mucho en anunciar las represalias.

El prometido desmantelamiento de la base de seguimiento radio-electrónico en Lourdes (Cuba), centro de espionaje dirigido exclusivamente contra Estados Unidos, está aplazado. Para burlarse un poco de la opinión mundial, los rusos han anunciado que ha sido por “falta de recursos”, aunque se sabe que los gigantescos “Antónov” que ya se habían desplazado a Cuba para recoger el material y el personal del centro tuvieron que regresar a Rusia vacíos tras recibir órdenes desde Moscú. Dicen que Fidel Castro manifestó su júbilo tras conocer la última decisión kremliniana.

Mientras tanto, los “halcones” presionan al presidente Putin para que suelte más dinero al ejército. Este año, los gastos militares se han duplicado. Desde ahora, por ejemplo, los militares en Chechenia recibirán su salario en divisa fuerte. Entusiasmados con la medida presidencial han matado esta última semana a más de cien chechenos, presuntos terroristas islámicos, en varias “operaciones de limpieza”. Pero lo gordo del presupuesto militar será utilizado para renovar la industria belicista y modernizar el armamento.

Al mismo tiempo, los militares y los nacionalistas en el parlamento piden al Gobierno que estreche las relaciones con los “países amigos”, especialmente China, Corea del Norte e Irán, para hacer frente al “enemigo común”. La prensa rusa tampoco ha quedado “fuera del combate”. Los periodistas ya han sacado de sus archivos el viejo vocabulario de la “guerra fría”. Las frases tipo “el imperialismo agresivo y sangriento” o “los perversos asesinos de los niños y mujeres afganos” son los calificativos más moderados de este vocabulario renovado.

Así, el caso del adolescente estadounidense admirador de Ben Laden que estrelló su avioneta contra un banco en Florida fue comentado hasta por la prensa más moderada y prooccidental como un ejemplo de la “degeneración de la sociedad americana” que “representa un peligro” y que “obliga a tomar medidas para protegerse de ella”.

© www.libertaddigital.com 2002
Todos los derechos reservados

Titulares de Libertad Digital
Suscríbase ahora para recibir nuestros titulares cómodamente cada mañana en su correo electrónico. Le contamos lo que necesita saber para estar al día.


!-->

En Internacional

    0
    comentarios