Así se titula el artículo del monje y sabio ortodoxo, Arseny, publicado recientemente en el semanario “MK” editado en ruso en la provincia de Málaga. El monje, que estudió en Moscú, Roma y Londres, es doctor en teología y amigo de muchos intelectuales europeos, entre ellos nuestro compañero, Cesar Vidal. Está destinado actualmente en Lisboa, tras pasar tres años en Madrid. Predijo el verano pasado la matanza de la capital española a manos de terroristas islámicos. Su siniestra profecía fue publicada, en su debido tiempo, por algunos medios rusos y también por Libertad Digital.
Al conocer los sucesos del 11 de marzo el padre quedó profundamente conmovido. Tras llorar y rezar varios días en la más profunda intimidad “por los mártires inocentes”, ofició un funeral de tres horas en la parroquia que dirige en la capital portuguesa (en Madrid, el funeral fue oficiado al día siguiente del atentado por el párroco ortodoxo, Andrey, en la Iglesia del Nacimiento de Jesucristo).
En un nuevo mensaje Arseny intenta analizar lo sucedido y busca solución para hacer frente a lo que él llama “posible holocausto de Europa”. Según su opinión Europa - España y Rusia incluidas - no tiene “fuerzas espirituales” para hacer frente al peligro de tanta dimensión. Han perdido estas fuerzas junto con su religiosidad y sus raíces cristianas. “¡Los europeos hasta se niegan a citar estas raíces en la futura Constitución!”, señala el monje.
Tampoco tiene Europa “fuerzas morales” para luchar contra la amenaza islamista. Se han perdido los principales valores humanos. La familia, la base de cualquier sociedad, está prácticamente destruída. Se legitima la inmoralidad y la perversión. Se aprueban leyes que justifican el pecado, permiten el aborto, la eutanasia, el consumo de drogas y la perversión sexual. Los cimientos de la sociedad europea, que siempre han sido la religíón, la familia y la propiedad privada, hoy en día, están muy debilitados. En estas condiciones la única esperanza es la fuerza del Estado. Pero sin esos cimientos, sin la espiritualidad y la moral, seguramente será incapaz de salvar la civilización moderna. Además, en la política predominan el oportunismo y los intereses electoralistas.
Así que es muy probable la islamización total del continente, señala el monje. Ya que, por una parte, los musulmanes están cada día más presentes en Europa, por el fenómeno de la inmigración y, por otra, los islamistas no dudan en aniquilar a la población autóctona siempre y cuando les parezca necesario.
El monje pide que Europa regrese a sus raíces cristianas y hasta habla de una “nueva evangelización”del continente. Por otra parte, clama por la unidad del Oeste y del Este contra el enemigo común. A lo largo de los siglos, en los momentos más trágicos, han sido los “valientes guerreros de San Jorge” (rusos) quienes han acudido en ayuda de Occidente. Vencieron a las hordas tártaras que amenazaron a Europa en los tiempos medievales. Pusieron fin a la expansión otomana. Acabaron con Napoleón y con Hitler. Son también los que han cortado una de las cabezas del “dragón terrorista”: la de Chechenia.