Los resultados positivos del primer encuentro entre el secretario de Estado, Colin Powell, y el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Ígor Ivanov, nos permiten ver con más optimismo el futuro de las relaciones entre las dos potencias y, por supuesto, la perspectivas de la política mundial.
“Ha sido un encuentro maravilloso”, dijo Powell. “Se ha logrado la comprensión de que hay que continuar un diálogo constructivo y buscar los puntos comunes… Hemos conseguido acercar nuestros puntos de vista sobre la defensa antimisiles e Irak”, señaló Ivanov.
Este primer contacto oficial ha sido una agradable sorpresa para todos los que seguíamos con bastante preocupación, en las últimas semanas, el aumento de la tensión entre los dos países. Las recientes declaraciones del ministro de Defensa, Donald Rumsfeld, y de la consejera para la seguridad nacional y experta en la ex Unión Soviética, Condolezza Rice, sobre la defensa estratégica, la ampliación de la OTAN y el peligro que representa Rusia para el mundo occidental, han suscitado una dura reacción por parte de Moscú.
En una clara demostración de fuerza, Rusia reanudó las pruebas de sus misiles de largo alcance, anunció los proyectos de “contestación asimétrica” a los planes estadounidenses, así como su propósito de acercarse a China, recordando su antigua amenaza de crear un bloque militar con varios países asiáticos.
Ha sido el primer enfrentamiento verbal entre la nueva Administración estadounidense y Rusia, una prueba de nervios, por supuesto, bastante peligrosa y desagradable para el mundo entero. Pero, al parecer, ha tenido un final bueno. Esperemos que no se repita y que las partes actúen desde ahora de forma constructiva, tal y como lo han prometido en El Cairo.
En Opinión
Servicios
- Radarbot
- Libro