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Víctor Cheretski

Los juegos KGBistas de Putin

La iniciativa de presentar la moción de censura contra el gobierno de Mijail Kasianov, por supuesto, no pertenece a los comunistas, fieles seguidores del presidente Putin. Ha sido una “sugerencia” del propio jefe del Estado en su constante lucha por el poder. El “Equipo de San Peterburgo”, compuesto por antiguos oficiales del KGB amigos y colegas del presidente, intentan quitarle el terreno a la “vieja guardia” del ex-presidente, Boris Yeltsin. Éste último conserva todavía a sus hombres en los puestos claves del Gobierno y de la administración presidencial. El líder informal de los yeltsinistas es el jefe de la administración, Alexánder Voloshin.

Los seguidores de Putin actúan con la prudencia que les enseñaron en los servicios secretos comunistas. Nunca atacan a sus rivales de forma abierta. Esta vez aprovecharon al líder del PC, Guennadi Ziugánov, para que presentara la moción.

Pero algo no funcionó. Según el diario moscovita Grani, los hombres de Yeltsin, a quien el actual presidente debe su nombramiento, son todavía muy fuertes. El secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Serguéy Ivanov, al parecer el más radical e impaciente del “equipo de San Peterburgo”, no logró persuadir a Putin para que acabara una vez para siempre con los yeltsinistas. Habrá que esperar más.

Así, el partido presidencialista “Yedinstvo” no apoyó la moción de censura, tal y como estaba previsto.

Para compensar la lealtad de Ziuganov, su discurso en el parlamento fue transmitido en directo por la televisión estatal. Así, el líder comunista pudo demostrar que actúa a favor de las “masas trabajadoras”. Otro beneficiado de este gran show político ha sido el folclórico líder nacionalista, Vladímir Yirinovski, que aprovechó su intervención para atacar a Occidente.

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