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Víctor Cheretski

Los médicos asesinos

Los rumores de que los cirujanos rusos matan a sus pacientes para descuartizarlos y vender sus órganos a clientes con dinero, tanto nacionales como extranjeros, circulan por el país desde hace más de diez años. Pero ahora ya no son rumores sino hechos investigados por la Fiscalía General. Y es que esta vez los “asesinos de bata blanca”, como les llaman los rusos, no han tenido suerte en su macabro negocio.

Resulta que el pasado 11 de abril el hospital clínico número 20 de Moscú recibió a una pareja de jóvenes que sufrió un accidente de tráfico. Unas horas después una enfermera advirtió a la joven de que su novio sería “acuchillado para sacarle los órganos”. La muchacha avisó a la policía. Los agentes acompañados por médicos de confianza asaltaron el hospital y sorprendieron a los cirujanos con las manos en la masa: sacándole los riñones al paciente todavía vivo y atado a la mesa de operaciones. No obstante, todos los intentos para salvar su vida por parte de los médicos policiales fracasaron ya que llegaron demasiado tarde.

La fiscalía abrió un expediente según los artículos 30 y 105 del código penal por “asesinato premeditado”. En el informe policial, citado por el periódico moscovita semioficioso Strana.Ru, se dice que, según la ley, el proceso de extracción de órganos se realiza después de la muerte del paciente, confirmada por el médico-reanimatólogo, el jefe de la UVI y un médico forense. En el caso citado este documento no existía, aunque los policías confiscaron al personal que realizaba la extracción papeles en blanco con firmas falsas de forenses. Por otra parte, no había ningún permiso, previsto por la ley, del paciente, ni de sus familiares para realizar esta operación. Mientras tanto, la policía se enteró de que el paciente fue previamente desconectado del aparato de respiración artificial, al parecer, para provocar su muerte.

Los trabajos del Centro de transplantes de Moscú, que realiza al año unas 500 operaciones con los órganos que le suministran las clínicas moscovitas, están paralizados por la fiscalía. La policía rusa estudia múltiples casos de presuntos asesinatos de pacientes con el propósito de la venta de sus órganos.


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