El capital personal de Tatiana Diachenko, hija menor del ex-presidente ruso, Boris Yeltsin, es más de 200 millones de dólares, asegura la prensa moscovita. Según fuentes periodísticas rusas y francesas, la “hijísima” posee asimismo numerosos bienes inmuebles, tanto en Rusia como en Europa Occidental, incluso un palacete en la Costa Azul francesa. La prensa duda de la legitimidad de la procedencia de toda esta fortuna, ya que Tatiana nunca se ha dedicado a negocios legales, siendo toda su vida funcionaria de Estado con un salario modesto.
Diachenko, nacida en 1960, trabajó hasta el año 95 en un centro de investigaciones en su ciudad natal de Sverdlovsk, en los Urales, donde su salario mensual no superaba unos 50 dólares mensuales. En 1996 fue nombrada “consejera de imagen” de su propio padre. No desempaña sus funciones desde la retirada de Yeltsin de la política en diciembre de 1999. No obstante, tiene un despacho en el Kremlin y la autorización para entrar en el edificio presidencial día y noche.
Hay ciertas indicios de que los millones de Diachenko proceden de la corrupción. En 1999 salió a la luz del día el escándalo de la empresa suiza “Mabetex” que otorgó a la familia Yeltsin cuantiosas comisiones por un contrato para reformar el palacio del Kremlin. A Tatiana le tocaron, por lo menos, 200.000 dólares. Otro “chollo” para la hijísima fueron las llamadas GKO, “obligaciones” del Estado ruso. Estas “obligaciones” fueron vendidas a mediados de los noventa, tanto en Rusia como en el extranjero. Tatiana cobraba el 140% anual por el dinero que “prestaba” al Estado. En agosto de 1998 estos “juegos” financieros llevaron al país a una ruina total y completa. Miles de inversores, tanto rusos, como extranjeros, perdieron su dinero. Todos, menos Tatiana y unos privilegiados más que conocieron de antemano el truco. Según la ley rusa, Diachenko, siendo funcionaria, no tenía derecho a adquirir GKO.
Al mismo tiempo, el marido de Tatiana, Alexei Diachenko, con el que estaba casado en los años 90, tenía en una cuenta en el Bank of New York unos dos millones de dólares. La noticia apareció después de que este banco fuera acusado de haber blanqueado miles de millones de dólares de la mafia rusa.
Pero la gran parte de la fortuna de Tatiana, al parecer, procede de las comisiones que cobraba como intermediaria entre su padre y los “oligarcas” rusos, un grupo de multimillonarios, verdaderos dueños del país en los tiempos de Yeltsin. El más famoso de ellos, Boris Berezovski, refugiado hoy en día en Londres, dice que se podía conseguir una audiencia con el presidente sólo con la ayuda de su hija. Entre los “regalos” que hizo el propio Berezovski a Tatiana figuran, por lo menos, dos coches.
Asimismo, Tatiana instaba a su padre a deshacerse de altos funcionarios que se oponían al poder de los oligarcas. Así, según testigos, destituyó al jefe de la seguridad presidencial, Alexánder Korzhakov, y al popular secretario del Consejo de Seguridad, Alexánder Lebed.
La todopoderosa Tatiana “enchufó” a su amante, el periodista Valentín Yumashev, en el cargo de jefe de la administración presidencial (gobierno paralelo) en 1997. Cinco años después, tras divorciarse de Diachenko, se casó con este individuo. Acaba de dar a luz una niña, fruto de su tercer matrimonio. El parto tuvo lugar en Londres, en una clínica privada, y costo unos 35.000 dólares.
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