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Víctor Cheretski

Los rusos ponen en duda la democracia americana

La clase política rusa, cada día más nacionalista y antioccidental, utiliza la situación en Estados Unidos para sus fines propagandísticos internos. Tanto los diputados de la Duma, cámara baja del parlamento, como los medios de comunicación, aprovechan esta oportunidad para atacar al sístema político americano. Lo hacen con bastante inquina. El propósito es demostar que la democracia estadounidense ya no puede servir de modelo y su gobierno no tiene derecho moral para dar lecciones a nadie.

En el mundo no hay nada perfecto, así que los rusos, cada día más decepcionados por lo que se denomina “democracia” en su propio país, tienen que conformarse. Y es que el régimen ruso, a pesar de su fachada repintada, en el fondo es el mismo viejo sistema autoritario aunque, hoy en día, más corrupto y criminalizado. Por ejemplo, cualquiera sabe muy bien que vote como vote en Rusia, gana el que ya tiene el poder.

Además, la mayoría de los rusos, preocupados por el pan de cada día, permanecen muy indiferentes ante los problemas electorales en un país lejano. El periódico “Pravda” opina que los americanos “hacen el tonto” porque son ricos y aburridos. Y los políticos tienen sus preferencias por uno u otro candidato partiendo de su propia lógica. Por ejemplo, el líder de la oposición comunista, Guennadi Zugánov, es partidario de… Bush. Y no porque comparta sus ideas, sino porque odia a los demócratas estadounidenses que, según él, “se meten en los asuntos de otros pueblos” y han apoyado al antiguo presidente ruso, Boris Yeltsin, bestia negra de los comunistas.

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