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Víctor Cheretski

Ucranianos en España

En España viven hoy más de 100.000 ucranianos, aunque de ellos sólo la décima parte reside legalmente. Son los datos revelados por el mismísimo cónsul de Ucrania en Madrid, Alexánder Márkov. En una entrevista con el periódico ruso “MK-España”, editado en Fuengirola (Málaga) y distribuido por toda la geografía española, el diplomático explica la masiva llegada de sus compatriotas al territorio español por el “efecto llamada”.

Tras empezar el proceso de legalización de los extranjeros en España, el número de emigrantes ucranianos se triplicó, dice Márkov. Los rumores de que en España se puede obtener facilmente cualquier trabajo y el permiso de residencia han empujado a muchos ucranianos a abandonar su patria. La mayoría procede del oeste de la república, duramente castigado por la crisis económica. Una parte de ellos son cristianos ortodoxos de rito católico, llamados “uniatas”.

La mayoría llega a España con visado turístico de 30 días en vuelos chárter y se busca la vida en la costa mediterránea. Trabajan en la construcción, el campo, la hostelería y en el servicio doméstico. Una parte de las mujeres se dedica a la prostitución.

Una gran colonia de ucranianos existe también en Madrid. Los sábados por la mañana se reúnen en la estación ferroviaria de Atocha, convertida durante esas horas por los ucranianos en una especie de club social y bolsa de trabajo, donde las mafias reclutan a trabajadores ilegales. Allí también se puede buscar una vivienda barata en Madrid y enviar regalos o dinero a casa por correo improvisado, en una furgoneta que va directamente a Ucrania.

En la costa, los trabajadores ucranianos, normalmente cualificados, son bien considerados por los empresarios. Poseen un don especial para trabajar muchas horas sin descanso y nunca reivindican aumento salarial. Las chicas ucranianas, conocidas en el mundo por su físico irreprochable, son acogidas como camareras en los restaurantes. En la provincia de Alicante ya no hay ni un bar sin su ucraniana, comunicaron a Libertad Digital los representantes de la hostelería local.

La mayoría de estas personas no pretende quedarse para siempre en España, precisó el cónsul. Conservan lazos muy estrechos con sus familias en Ucrania, a los que mandan sus ahorros. Este dinero desempeña un papel cada día más importante en la resurrección económica del país. El proceso de la transición es bastante complicado y prolongado aunque últimamente se notan algunas mejoras económicas, dijo Márkov. Ucrania es un país potencialmente rico, pero se necesita tiempo para su recuperación y en este período el dinero de los emigrantes es imprescindible.

Según las leyes ucranianas, los ciudadanos de este país residentes legalmente en el extranjero necesitan un sello del consulado para poder entrar y salir de su país a la hora de las vacaciones. Así esta entidad diplomática puede controlar el número de sus ciudadanos, residentes en España. Según el cónsul, los españoles han adoptado en los ultimos años a 850 huérfanos ucranianos. En las cárceles españolas hay 50 presos de este país, entre ellos varias personas que cometieron asesinatos y otros delitos importantes.

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