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Víctor Llano

Castro quiere cazar a Bambi

Pocas horas después de que un preso cubano se cosiera la boca para protestar por las torturas que sufre junto a otros cien mil ciudadanos en las más de doscientas cárceles castristas, Trinidad Jiménez y José Blanco recibieron en la sede del Partido Socialista a José Ramón Fernández, vicepresidente del Consejo de Ministros de Cuba. La secretaria de Política Internacional y el responsable de Organización del PSOE le aseguraron al “Gallego Fernández” -verdugo de varias generaciones de cubanos- que es probable que ambos visiten al coma-andante después del próximo verano.
 
A juicio de Jiménez, el "enfrentamiento del gobierno de José María Aznar con el régimen de Castro no conduce a nada y puede incluso perjudicar los intereses de España, por lo que se quiere ahora iniciar una nueva etapa desde el respeto". Trini aseguró también que es voluntad de ambos gobiernos propiciar un “acercamiento”. De los cien mil presos no se acordó. A ellos no quiere “acercarse”. Pero a su verdugo desea presentarle sus “respetos”. Y es que después de que Moratinos se entrevistara con Pérez Roque en la cumbre de Guadalajara, el gobierno español considera que ha llegado el momento de reestablecer el diálogo con la mafia comunista.
 
Los socialistas españoles no ignoran que muy probablemente le tocará a alguno de ellos representar a España en los funerales de Castro y no quieren pasar desapercibidos en el gran velorio que todos, también ellos, esperan con ansiedad. Sueñan con ser alguien en la Isla antes de que muera Esteban Dido. Sólo así se entiende que pongan tanto empeño en acercarse a sus herederos. Incluso a costa de burlarse de 11.000.000 de víctimas que jamás entenderán cómo son tantos los políticos de la supuesta progresía española que insisten en respetar a sus verdugos y despreciar su sufrimiento.
 
A ver qué nos cuentan Pepiño y Trini después de cenar con el coma de la spirulina en el Palacio de la Robolución. Nada nos sorprendería que a los postres –entre mojito y mojito– se acordara una visita de Zapatero. Castro no se va a conformar con que le abracen dos políticos de los cuales ni siquiera ha oído hablar. Necesita una caza mayor. Sueña con Bambi. Sobre todo ahora que su compadre venezolano le ha desobedecido y ha anunciado que acepta convocar un referéndum revocatorio. Ojalá nos equivoquemos, pero, o mucho nos sorprende el nuevo embajador del gobierno socialista en Cuba, o de lo que se trata es de estrechar lazos con la peor de las tiranías que existen hoy en el mundo y que más daño ha hecho a miles de españoles.
 
No obstante, no todas van a ser malas noticias noticias. Mientras los socialistas españoles preparan su velada con Castro, una decena de parlamentarios franceses quieren viajar a la Isla para intentar visitar a algunos de los disidentes encarcelados. Entre ellos está Raúl Rivero. Zapatero se comprometió a interceder por él. Sin embargo –que nosotros sepamos– ni Trini ni Pepiño le preguntaron al “Gallego Fernández” por el poeta cubano. A ellos sólo les interesaba la cenita con el coma-andante. Ojalá se desmaye como acostumbra y les dé un susto.
 

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