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Víctor Llano

El líder de Aló Presidente

Los venezolanos no se resignan con la patraña eterna. Al menos seis personas resultaron heridas este sábado en Caracas -dos de ellas de gravedad- en el curso de una manifestación antichavista.

Según el último estudio de opinión elaborado por Datanálisis, el 76,3 % de los venezolanos no comparte la admiración de Hugo Chávez por el régimen de Fidel Castro. A juicio de Luis Vicente León, director de la empresa que ha realizado el sondeo, “hasta hace dos meses, la estrategia presidencial de “vender” a los venezolanos el modelo cubano funcionó porque desde el Ejecutivo Nacional se resaltaban los aspectos positivos del régimen en medicina, deporte e igualdad social. (Las grandes farsas del castrismo) Pero a partir de mayo, la "ultrainvolucración" del presidente venezolano con Castro y la sobreexposición de aspectos cubanos han provocado que los "avances" del Gobierno en disminuir la crítica se inviertan, registrándose un repunte significativo en este tema por la reactivación del "nacionalismo".

Chávez no podrá engañar a muchos más venezolanos por mucho más tiempo. Aunque se esfuerce en impedirlo, sus amistades con el Monstruo de Birán y su demagogia comunista y antidemocrática le pasarán factura antes de que pueda silenciar a toda la oposición. Los venezolanos no se resignan con la patraña eterna. Al menos seis personas resultaron heridas este sábado en Caracas -dos de ellas de gravedad- en el curso de una manifestación antichavista. El líder de Aló Presidente no es tan inteligente como su compadre, tal vez esté tan loco como él y sin duda tiene más pasta, pero no tendrá tanta potra. No estamos en 1959. Los venezolanos conocen “los logros de la robolución” De poco le servirá a Chávez tratar de justificar los crímenes del coma-andante. El golpista venezolano –tal vez preocupado por las críticas que empiezan a multiplicarse entre sus propios seguidores- acaba de asegurar en La Habana que el régimen de Castro no es una dictadura y sí un “sistema de democracia revolucionaria”. Ya le vale. Nadie le creerá salvo aquellos que quieran llevar a su país a una tiranía como la castrista.

Confiemos en que los venezolanos no olviden que de Cuba se marcha todo aquel que cuenta con los medios para intentarlo y aún a riesgo de morir en el intento. Como ya informó Libertad Digital, 31 cubanos desaparecieron esta semana en el Estrecho de la Florida huyendo de la “democracia revolucionaria” que tiene como modelo Hugo Chávez. La tiranía de la que escaparon para morir, ni aún muertos les permite descansar en paz. Culpó al Gobierno de Estados Unidos de su fallecimiento. Según sus verdugos, los náufragos murieron por confiar en los criminales que desde la potencia enemiga se enriquece con el tráfico ilegal de seres humanos. Para los liberticidas la culpa siempre es de los otros. La gran calumnia no se detiene a las puertas de los cementerios. Desde el segundo y terrible jueves de marzo de 2004 a ningún español debe sorprenderle semejante canallada. También aquí los hay que insisten en mentir y en culpar a un tal Zougam, un tipo que tenía un locutorio en Lavapiés y al que se detuvo tan a tiempo sólo para que el Partido Popular perdiera las últimas elecciones generales.

Lástima que sean tantos los que con muy mala conciencia prefieran dormirse con las andanzas de Pulgarcito. Como en la Isla de los cien mil presos, también en España la verdad resulta tan espantosa que son legión los que prefieren mirar para otro sitio y pasar sin leer la más sangrienta página de nuestra historia. Así nos irá. Caminito de La Habana si renunciamos a saber qué pasó y por qué. Mientras los españoles duermen la siesta y los cubanos tratan de escapar de su país, Castro culpa a la potencia enemiga y Zapatero a las Azores. Todo menos explicarnos la tan extrañísima como oportuna detención de Jamal Zougam y los fracasos de la eterna patraña.

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